En esta imagen de video, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. FOTO LA HORA/UNTV VÍA AP.

POR EDITH M. LEDERER
NACIONES UNIDAS
Agencia AP

Siria enfrenta «una pesadilla en vida» 10 años después de la violenta supresión de manifestaciones pacíficas que colocó al país en «un horrible camino» de destrucción y derramamiento de sangre, dijo el secretario general de la ONU António Guterres, quien pidió a las partes implicadas dar un paso hacia la paz y negociar una nueva constitución.
Con motivo del décimo aniversario del conflicto en Siria que comenzó a mediados de marzo de 2011, Guterres hizo una severa crítica de las secuelas de la guerra sobre el pueblo sirio, que –dijo– «ha soportado algunos de los crímenes más grandes de los que el mundo ha sido testigo este siglo» y «la magnitud de las atrocidades conmociona la conciencia».
A causa de la guerra, casi medio millón de personas han muerto, más de un millón han resultado heridas y casi la mitad de la población ha tenido que desplazarse. En el último año, la situación se ha agudizado por una severa crisis económica y financiera, y la propagación del virus que causa el COVID-19 en un país donde el conflicto ha afectado duramente a las instalaciones médicas.

Guterres dijo que los sirios «han sido objeto de violaciones a los derechos humanos a una escala masiva y sistemática», las bombas han caído en casas, escuelas, hospitales y mercados, «las armas químicas han causado sufrimiento indescriptible» y los civiles han muerto de hambre en ciudades sitiadas.

«Los bandos han impuesto restricciones indefendibles a la asistencia humanitaria», afirmó Guterres, y han violado reiteradamente el derecho internacional humanitario «con absoluta impunidad hasta ahora».

El secretario general dijo que aproximadamente el 60% de los sirios «están en peligro de sufrir hambre este año», y exigió se permita un mayor acceso a las acciones humanitarias y las entregas de alimentos, así como a otra asistencia humanitaria a través de las fronteras y las líneas de conflicto.

Sin embargo, en julio pasado, el Consejo de Seguridad cedió a una demanda de Rusia y autorizó las entregas de ayuda humanitaria dirigida a la zona noroeste de Siria, principalmente bajo control rebelde, por un solo paso fronterizo desde Turquía. Moscú, el aliado más importante de Siria, alegó que los materiales deben ser entregados desde el interior del país a través de las líneas de conflicto, y que sólo se requiere un paso fronterizo, no los dos que la ONU y grupos de ayuda humanitaria consideran cruciales.
Guterres señaló que las Naciones Unidas continuarán impulsando una solución política negociada para el conflicto en Siria basada en una resolución del Consejo de Seguridad, aprobada en diciembre de 2015, la cual ratificó por unanimidad un plan de paz al cual dieron el visto bueno el 30 de junio de 2012 en Ginebra representantes de la ONU, la Liga Árabe, la Unión Europea, Turquía y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña.

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