NACIONES UNIDAS (AP) — El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamado urgente el jueves para que se recauden 5.500 millones de dólares con el fin de evitar una “catástrofe” para 34 millones de personas de más de una treintena de países que están a punto de sufrir una hambruna causada por conflictos.
En tanto, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, advirtió que 270 millones de personas enfrentan una “crisis alimentaria” este año.
Durante una reunión con funcionarios de alto nivel del Consejo de Seguridad de la ONU, organizada por Estados Unidos, Guterres subrayó que más de 88 millones de personas sufrían “hambre aguda” a finales de 2020 debido a los conflictos y la inestabilidad, lo que representa un incremento del 20% en un año. El secretario general advirtió que los «pronósticos para 2021 apuntan a una continuación de esta aterradora tendencia”.
Por su parte, Beasley dijo que los mandatarios reaccionaron a su advertencia realizada ante el consejo hace un año de que el mundo estaba al borde de la pandemia de COVID-19 y de una pandemia de hambruna que podría elevar el número de personas que “están al borde de la inanición” de 135 millones a 270 millones y provocar “hambrunas de proporciones bíblicas” en más de 30 países.
Desafortunadamente, señaló Beasley, “las preocupaciones de 2020 ahora son una realidad para 2021” debido a nuevas olas de casos de coronavirus y a que las economías aún no han regresado a la normalidad.
“Así, hoy debo advertirles que nos estamos deslizando una vez más hacia el borde del abismo”, aseveró. “Actualmente, 270 millones de personas enfrentan una crisis de hambruna».
Tanto Guterres como Beasley señalaron que las crisis alimentarias y las inminentes hambrunas están siendo impulsadas principalmente por los conflictos y son totalmente evitables.
“Los impactos climáticos y la pandemia del COVID-19 están añadiendo combustible a las llamas”, señaló Guterres.
Advirtió que “si no se toman medidas inmediatas, millones de personas llegarán al punto del hambre extrema y la muerte”, y que los pronósticos muestran que las crisis alimentarias están “aumentando y propagándose por todo el Sahel y el Cuerno de África, y se están acelerando en Sudán del Sur, Yemen y Afganistán”.
En algunos países, afirmó Guterres, “la hambruna ya ha llegado” y “la gente está muriendo de hambre y sufriendo tasas críticas de desnutrición”.
“Partes de Yemen, Sudán del Sur y Burkina Faso están al borde de la hambruna o en condiciones similares a la hambruna”, añadió. “Más de 150.000 personas están en riesgo de morir de hambre”.
Cinco años de conflicto en Yemen han provocado el desplazamiento de 4 millones de personas y han dejado a muchos “enfrentando una sentencia de muerte al verse su país acechado por una hambruna generalizada», comentó Guterres. “Se estima que aproximadamente la mitad de todos los niños menores de 5 años —2,3 millones— enfrentarán una desnutrición grave en 2021. Unas 16 millones de personas están en riesgo de padecer inseguridad alimentaria”, añadió el secretario.
Beasley, quien estuvo en Yemen hace dos días, señaló que era “el infierno en la Tierra en muchos lugares” y advirtió que nos “encaminamos directamente a la mayor hambruna de la historia moderna”.