El expresidente de Brasil, Lula da Silva. FOTO LA HORA/DPA/EUROPA PRESS/PAULO LOPES/ZUMA PRESS.

MADRID
AGENCIA DPA/EUROPA PRESS

El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) ha manifestado haber sido «víctima de la mayor mentira jurídica en 500 años de historia», después de que esta semana el Tribunal Supremo Federal de Brasil anulara las condenas relacionadas con la trama de corrupción Lava Jato.

«Tenía tanta confianza y era tan consciente de lo que estaba pasando en Brasil, que estaba seguro de que este día llegaría y llegó», ha enfatizado Lula durante un discurso en la sede del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, en Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo.

Esta semana uno de los jueces del Supremo, Edson Fachin, anuló la sentencia de doce años y un mes de prisión por corrupción y blanqueo de capitales contra el expresidente Lula que emitió un tribunal de Curitiba al considerar que no contaba con autoridad para hacerlo y que debía ser nuevamente juzgado por un tribunal federal.

«Estoy agradecido al juez Fachin porque cumplió con una cosa que reivindicábamos desde 2016», aunque, ha matizado, «la decisión que tomó llegó cinco años tarde».

Lula ha recordado que el proceso continúa y que ahora seguirán luchando para que uno de los principales artífices de su condena, el exministro de Justicia Sergio Moro, sea considerado «sospechoso» de mala praxis porque «no hay derecho a convertir en héroe al mayor mentiroso de la historia de Brasil».

El Supremo brasileño se encuentra debatiendo estos días si Moro, al frente de la «cuadrilla», tal y como la ha llamado Lula, de fiscales de Lava Jato cometió un acto de parcialidad contra el expresidente durante el proceso judicial.

«Este país no tiene Gobierno, ni ministro de Salud, ni ministro de Economía, este país tiene un fanfarrón, un presidente que como no sabe nada dice que todo es cuestión de Guedes», ha dicho Lula, en referencia al ministro de Economía, Paulo Guedes.

«El país está empobrecido, el PIB cayó, la masa salarial cayó, el comercio está debilitándose, la producción de comida es insustancial. El presidente no se preocupa de eso, sino de la venta de armas, necesita que se repitan muchas veces lo de Marielle» Franco, ha dicho Lula, recordando a la política y activista por los derechos de la mujer asesinada en 2018, después de denunciar en varias ocasiones la violencia de la Policía Militar.

No ha sido la única vez que Lula ha apuntado hacia el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a quien le ha criticado su gestión de la pandemia y ha pedido al pueblo brasileño que «no siga ninguna decisión estúpida del presidente o del ministro de Salud», el general Eduardo Pazuello, el tercero ya desde que estalló la crisis sanitaria.

«Yo voy a recibir la vacuna y quiero hacer propaganda para el pueblo brasileño, no sigan ninguna decisión estúpida del presidente de la República o del ministro de Salud. Vacúnese porque la vacuna es una de las cosas que le puede librar de la COVID», ha dicho Lula, para acto seguido hacer hincapié en que pese a eso se deben seguir cumpliendo las medidas de prevención.

Lula también ha tenido palabras de recuerdo para las víctimas del coronavirus en Brasil, más de 268.300 desde que comenzó la pandemia, y ha expresado que el dolor que el ha podido sentir todos estos años, algunos de ellos en prisión, no son nada, en comparación con el que han padecido y padecen miles de personas por esta enfermedad.

«Quiero mandar mi solidaridad hacia las víctimas del coronavirus, a sus familiares, al personal del sector sanitarios público y privado, pero sobre todo a los héroes y heroínas del SUS (el servicio público de salud), que durante tanto tiempo han sido desacreditados políticamente», ha manifestado.

DEMASIADO PRONTO PARA HABLAR DE CANDIDATURA

Cuestionado por la prensa tras su discurso acerca de la posibilidad de que pudiera presentarse a las presidenciales de 2022, el expresidente de Brasil ha señalado que se trata de una cuestión que será debatida «mucho más adelante».

«Quiero dedicar el resto de vida que me queda a volver a tratar y hablar con el pueblo», ha dicho un Lula que dice sentirse joven para seguir bregando, pues «desistir no aparece en su diccionario».

Lula ha señalado que la situación actual del país necesita que se tomen medidas al respecto y por ello están pensando ya en 2022, pero necesita haber todavía un debate sobre la posibilidad de presentar un candidato de la izquierda a través de un frente amplio o bien uno del Partido de los Trabajadores.

En materia económica, también ha apelado a la unión del continente y que Brasil retome aquellos escenarios y espacios regionales que en los últimos años ha ido dejando de lado, como el ALBA, la UNASUR o el Mercosur, y que ayudaron no sólo al país, sino también a América Latina a competir en igualdad de condiciones con el resto de potencias internacionales, como la Unión Europea.

«Brasil tenía un proyecto de nación, un proyecto de soberanía», ha recalcado el líder del PT, quien ha insistido en la necesidad de volver a hacer de Brasil un país que invierte en industria, entre ellas la del petróleo, y en tecnología.

«No es posible permitir que el precio del combustible brasileño tenga que seguir el precio internacional si nosotros no somos importadores de petróleo. Brasil es exportador, si producimos la materia prima aquí, si los extraemos del fondo del mar, si conseguimos refinarlo aquí, nosotros producimos gasolina, diesel y los hacemos con los estándares de calidad de la Unión Europea».

Lula ingresó en prisión el 7 de abril de 2018. Su condena supuso además su inhabilitación como candidato presidencial cuando era el favorito en las encuestas para las presidenciales del 7 de octubre de ese año, que finalmente fueron para el actual jefe del Estado, Jair Bolsonaro.

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