LONDRES/AP
El príncipe Guillermo de Inglaterra defendió a la familia real británica contra las acusaciones de racismo de su hermano, el príncipe Enrique, y su cuñada, Meghan, afirmando que «desde luego no somos una familia racista».
En comentarios durante una visita a una escuela en el este de Londres, Guillermo se convirtió en el primer miembro de la familia en responder directamente a la controvertida entrevista que concedieron su hermano y Meghan a Oprah Winfrey.
El Palacio de Buckingham intentó responder a las acusaciones de racismo y maltrato de Enrique y Meghan con un comunicado de 61 palabras, pero no ha logrado sofocar la polémica.
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Guillermo, segundo en la línea sucesoria al trono después de su padre, el príncipe Carlos, dijo que todavía no había hablado con Enrique tras la emisión de la entrevista, «pero lo haré».
Los comentarios de Enrique y Meghan han golpeado a la familia real e iniciado conversaciones en todo el mundo sobre el racismo, la salud mental e incluso la relación de Gran Bretaña con sus antiguas colonias.
Esas tensiones sólo han ido creciendo mientras el público esperaba a ver cómo respondía la familia real.
Meghan, que es birracial, dijo en la entrevista que se sentía tan aislada y miserable como miembro activo de la familia real que tuvo pensamientos suicidas. También dijo que cuando estaba embarazada de su hijo, Archie, Enrique le habló de «preocupaciones y conversaciones» de un miembro de la familia real sobre el color de piel que tendría el bebé.