POR KATHY GANNON
ISLAMABAD
AGENCIA AP
Las autoridades paquistaníes han promovido el fortalecimiento de las creencias religiosas entre la población para unir al país, pero la religiosidad creciente también ha traído una mayor intolerancia, lo que llevó a un experto a expresar su preocupación de que el país pueda verse abrumado por un resurgimiento progresivo de la militancia.
«Desafortunadamente, en lugar de ayudar a inculcar una mejor ética e integridad, este fenómeno está fomentando una visión de túnel» que fomenta la violencia, la intolerancia y el odio, escribió recientemente en un periódico local Mohammad Amir Rana, director ejecutivo del Instituto Paquistaní de Estudios para la Paz. «La religiosidad ha comenzado a definir a la ciudadanía paquistaní», añadió.
La violencia de los extremistas se ha disparado en Pakistán: apenas en la última semana, cuatro instructoras de escuelas vocacionales que abogaban por los derechos de las mujeres viajaban juntas cuando fueron asesinadas a tiros en una región fronteriza de Pakistán. Una amenaza de muerte en Twitter contra la ganadora del premio Nobel Malala Yousafzai atrajo una avalancha de trols, que agredieron a la joven defensora de la educación de las niñas, quien años atrás sobrevivió a un balazo en la cabeza disparado por los talibanes paquistaníes. Dos hombres en una motocicleta abrieron fuego contra un retén policial no lejos de la frontera afgana y mataron a un agente joven.
En las últimas semanas, al menos una decena de militares y paramilitares han muerto en emboscadas, ataques y operaciones contra escondites de milicianos, principalmente en las regiones fronterizas occidentales.
Un portavoz militar dijo esta semana que el aumento de la violencia parece responder a una enérgica campaña militar contra los escondites de milicianos en las regiones fronterizas con Afganistán y la reunificación de grupos terroristas antipaquistaníes divididos y profundamente violentos, liderados por Tehreek-e-Taliban. El grupo responde a una ideología religiosa radical que defiende la violencia para imponer sus puntos de vista extremos.
El general Babar Ifitkar dijo que los talibanes paquistaníes reunificados han encontrado refugio en el este de Afganistán. También acusó al vecino hostil India de financiar y equipar a los talibanes reunificados, proporcionándoles equipos como gafas de visión nocturna, bombas improvisadas y armas pequeñas.
India y Pakistán intercambian habitualmente acusaciones de que el otro está utilizando extremistas para socavar la estabilidad y la seguridad en el país.
El analista de seguridad y miembro del Centro para la Seguridad y la Cooperación Internacional, Asfandyar Mir, dijo que la reunificación de los extremistas es una noticia peligrosa para Pakistán.
«La reunificación de varias escisiones en la organización central (Tehreek-e-Taliban) es un avance importante, que hace que el grupo sea muy peligroso», dijo Mir.