BEIJING
Agencia APEl
ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, pidió al gobierno del presidente estadounidense Joe Biden que retirara las restricciones sobre el comercio y los contactos interpersonales, al tiempo que reduzca lo que Beijing considera es una injerencia injustificada en las regiones de Taiwán, Hong Kong, Xinjiang y el Tibet.
Los comentarios de Wang, realizados durante un foro del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre las relaciones entre Estados Unidos y China, se produjeron en momentos en los que Beijing presiona al nuevo gobierno estadounidense para que retire varias de las medidas de confrontación implementadas por el expresidente Donald Trump.
Trump aumentó los aranceles sobre las importaciones chinas en 2017 e impuso prohibiciones y otro tipo de restricciones a las compañías de tecnología del país asiático y a los intercambios académicos mientras trataba de responder a la preocupación por un desequilibrio comercial y a las acusaciones en torno al robo chino de tecnología estadounidense.
Trump también mejoró los lazos militares y diplomáticos con Taiwán, la democracia insular autónoma que China reclama como su territorio, al tiempo que impuso sanciones a los funcionarios chinos a los que se acusa de abusos cometidos contra las minorías musulmanas en Xinjiang y de una represión de las libertades en Hong Kong.
«Sabemos que el nuevo gobierno está revisando y evaluando su política exterior», comentó Wand a los diplomáticos, académicos y periodistas que estaban presentes en el Foro Lanting. «Esperamos que los encargados de formular las políticas estadounidenses se adapten a los tiempos, vean con claridad la tendencia del mundo, abandonen los prejuicios, renuncien a las sospechas injustificadas y actúen para que la política sobre China vuelva a ser razonable para garantizar un desarrollo sano y constante de las relaciones entre China y Estados Unidos».
Aunque Biden ha prometido la reanudación de las relaciones y un tono más civil en la diplomacia estadounidense, no está claro si hará cambios importantes en las políticas de Washington hacia Beijing. China se enfrenta a una oposición de Washington como nunca antes debido a su historial comercial, a sus disputas territoriales con sus países vecinos, y a las acusaciones de robo de tecnología y espionaje. Taiwán goza de un fuerte apoyo bipartidista, al igual que las críticas del historial de derechos humanos de China, específicamente en Hong Kong, Xinjiang y el Tibet.
Como es habitual en la política exterior china, Wang hizo recaer la responsabilidad para mejorar las relaciones sobre los hombros de Estados Unidos y no ofreció ninguna propuesta directa para un avance importante, incluso cuando alentó a que haya un mayor diálogo.
Wang dijo que China «no tenía intenciones de desafiar o sustituir a Estados Unidos» y que estaba listo para coexistir en paz y buscar un desarrollo común.