Por TAMEEM AKHGAR
KABUL
Agencia AP
Un jefe de policía de distrito y su guardaespaldas murieron hoy y cinco personas resultaron heridos en una sucesión de explosiones dirigidas contra la policía de Kabul.
Nadie reivindicó los ataques, provocados por bombas adheridas a vehículos y que pueden detonarse a distancia o con temporizadores.
La explosión más grande afectó a un auto policial en un barrio occidental de la capital afgana. La explosión fue tan fuerte que volcó el auto y mató al jefe de policía del Distrito 5, Mohammadzai Kochi, y a su guardaespaldas. El conductor resultó herido, según dos funcionarios afganos que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los medios.
Una hora antes estallaron otras dos bombas adhesivas, indicó el vocero de la policía de Kabul, Ferdaws Faramarz. Una de ellas, que estaba a unos 500 metros de donde explotó el auto policial, hirió a cuatro civiles. La otra, en una zona distinta de Kabul, no dejó víctimas.
Afganistán ha registrado un aumento de los ataques con bomba, asesinatos selectivos y combates, y las negociaciones de paz en Qatar entre el Talibán y el gobierno afgano se han estancado.
La filial afgana del grupo extremista Estado Islámico ha reivindicado algunos de los ataques, pero muchos quedan sin reclamar y el gobierno las atribuye a los talibanes. Los insurgentes han negado ser responsables de la mayoría de los ataques.
En la provincia oriental de Ghazni, un ataque aéreo solicitado en combates con el Talibán mató al menos a 22 insurgentes, incluidos combatientes extranjeros, dijo el portavoz del gobernador provincial Wahidullah Jumazada.
El vocero talibán Zabihullah Mujahid respondió de inmediato desmintiendo la noticia en un tuit y afirmando que las fuerzas del gobierno habían sido derrotadas en los combates en Ghazni. También afirmó que el Talibán no tiene combatientes extranjeros en sus filas.