WASHINGTON (AP) — George P. Shultz, un titán de la academia y la diplomacia estadounidenses que durante la década de 1980 trató de forjar mejores relaciones con la Unión Soviética al tiempo que buscaba un acuerdo de paz en el Medio Oriente, falleció, informaron allegados. Tenía 100 años.
El exsecretario de Estado durante la presidencia de Ronald Reagan murió ayer en su vivienda en el campus de la Universidad de Stanford, indicó la Institución Hoover, el centro de estudios donde enseñaba y escribía. No se dio a conocer la causa de su deceso.
Shultz ocupó tres cargos ministeriales bajo presidencias republicanas en una larga carrera de servicio público. Fue secretario del Trabajo y del Tesoro durante el gobierno de Richard Nixon y fue seis años secretario de Estado con Reagan. Era el funcionario más longevo que hubiera estado una administración estadounidense.
Como secretario de Estado, Shultz forjó el primer tratado para reducir el tamaño de los arsenales nucleares soviéticos. El acuerdo de 1987 fue un intento histórico que marcó el comienzo del fin de la carrera armamentista nuclear.
“Ahora que sabemos tanto sobre estas armas y su poder”, dijo Shultz en una entrevista en 2008, “son casi armas que no usaríamos, así que creo que estaríamos mejor sin ellas”.
Durante su vida, Shultz tuvo éxito en casi todo las áreas en que incursionó, incluyendo lo académico, el servicio gubernamental y el mundo empresarial, y era ampliamente respetado por colegas de ambos partidos políticos.
George Shultz was a legend. An ardent champion of diplomacy, Secretary Shultz strengthened America’s relationships and advanced our interests with strategic brilliance and great patience. Our thoughts today are with Secretary Shultz’s family and all those who loved him.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) February 7, 2021
Después del ataque dinamitero de octubre de 1983 al cuartel de los marines en Beirut que mató a 241 soldados, Shultz trabajó incansablemente para poner fin a la brutal guerra civil del Líbano. Pasó incontables horas de diplomacia entre las capitales de Oriente Medio tratando de asegurar la retirada de las fuerzas israelíes allí.
La experiencia lo llevó a creer que la estabilidad en la región solo podría garantizarse con un arreglo del conflicto israelí-palestino, y emprendió una misión ambiciosa, pero finalmente infructuosa, para llevar a las partes a la mesa de negociaciones.
George Shultz dedicated his life to promoting a more peaceful and secure future, and his work to advance democracy worldwide leaves a powerful legacy for generations to come. https://t.co/fSoxTGIKhE
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) February 7, 2021
George Pratt Shultz nació el 13 de diciembre de 1920 en la ciudad de Nueva York y creció en Englewood, Nueva Jersey. Estudió economía y asuntos públicos e internacionales en la Universidad de Princeton, donde se graduó en 1942. Su afinidad por Princeton lo llevó a tatuarse en el trasero la mascota de la escuela, un tigre, un hecho confirmado a los periodistas décadas después por su esposa.
Shultz se casó con Helena “Obie” O’Brien, una enfermera del ejército que conoció en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, y tuvieron cinco hijos. Después de su muerte, en 1995, se casó con Charlotte Maillard, jefa de protocolo de San Francisco, en 1997.
Shultz recibió el honor civil más alto de la nación, la Medalla Presidencial de la Libertad, en 1989.
Le sobreviven su esposa, cinco hijos, 11 nietos y nueve bisnietos.
Por el momento no se informó nada sobre el funeral.