PANAMÁ (AP) — La FAO urgió el miércoles a la comunidad internacional a recaudar 14,4 millones de dólares para ayudar a miles de pobladores vulnerables —principalmente mujeres e indígenas— y que sufren de limitaciones para conseguir alimentos en Nicaragua, Guatemala y Honduras tras el paso de dos devastadores huracanes en 2020.
El fondo busca impulsar la rehabilitación de los medios de vida y recuperación de unas 333.000 personas, en su mayoría pequeños agricultores y con prioridad en las mujeres y pueblos aborígenes, indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en un comunicado divulgado en Ciudad de Panamá.
Refirió que los estragos de los ciclones ETA e IOTA en la región se sumaron a los duros efectos ocasionados en la economía y en lo social por la pandemia del nuevo coronavirus.
“El impacto simultáneo de los huracanes ETA y IOTA y del COVID-19 amenaza a los grupos de población más vulnerables, cuyos medios de vida están devastados», dijo Adoniram Sanches, coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica. “Sufren limitaciones para acceder a los alimentos y un rápido deterioro de su seguridad alimentaria y nutrición”.
Agregó que por ello están impulsando planes de respuesta con esos países, identificando las necesidades inmediatas de la población afectada. El llamado para la recaudación urgente de los fondos se formuló de forma conjunta.
En el caso de Nicaragua —que fue el primero en recibir la furia de ambas tormentas en la región— se requieren 6,4 millones de dólares para dar respuestas a 25.000 hogares con 130.000 personas que viven principalmente en la región autónoma de la Costa Caribe Norte y las comunidades de la zona especial del Alto Wangki-Bocay, en el departamento de Jinotega, que fueron las más golpeadas y que dependen en gran medida de la agricultura de subsistencia a pequeña escala y de la pesca artesanal. La asistencia de emergencia proveerá semillas de frijoles, arroz y maíz, así como recursos y asistencia técnica, agregó la FAO.
Por su parte, Guatemala necesita cuatro millones para la reactivación rápida de la producción de granos básicos y semillas que ayudarán a 22.000 familias y 110 personas, muchos de ellos indígenas y de las zonas más castigadas y en inseguridad alimentaria.
En el caso de Honduras también se requieren cuatro millones para un plan de respuesta que necesitan unas 100.000 personas.
El paso de los dos poderosos huracanes en noviembre dejó varios centenares de fallecidos y pérdidas multimillonarias en infraestructura vial, viviendas y la agricultura en Centroamérica, una región con países sumidos en grandes bolsas de pobreza y violencia, según organismos internacionales.
El llamado urgente para los recursos tiene lugar días después de que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtiera que 1,5 millones de niños, niñas y adolescentes en Centroamérica siguen expuestos a enfermedades potencialmente mortales, incluso diarrea, dos meses después del paso de esos dos huracanes. Ello, según el organismo, obedece a que las tormentas dañaron y contaminaron muchos de los sistemas de agua, incluidos pozos y letrinas, de países afectados como Honduras y Guatemala.