Por MICHELLE LIU y MIKE STOBBE
COLUMBIA, Carolina del Sur, EE UU./AP La nueva variante del coronavirus identificada en Sudáfrica ha llegado a Estados Unidos, con dos casos diagnosticados en Carolina del Sur, informaron el jueves autoridades de salud.
Los dos casos no parecen estar relacionados, y las personas no han viajado recientemente, dijo el Departamento de Salud y Control Ambiental de Carolina del Sur.
“Es aterrador”, porque significa que puede haber más casos no detectados en el estado, dijo el doctor Krutika Kuppalli, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Médica de Carolina del Sur en Charleston. “Probablemente está más difundido”.
El arribo de esta nueva variante ya en auge en otros países demuestra que “la lucha contra este virus mortal dista de haber terminado”, dijo el doctor Brannon Traxler, director interino de salud pública, en un comunicado. “Mientras más vacunas contra el COVID-19 vienen en camino, las cantidades son limitadas. Cada uno debe comprometerse en esta lucha reconociendo que todos estamos en primera línea”.
Las dos personas infectadas con esta variante son adultos, una de Lowcountry y la otra de la región de Pee Dee, dijo el gobierno estatal, sin entrar en detalles para proteger su privacidad.
Los virus mutan constantemente y las variantes del coronavirus circulan por todo el mundo, pero a los científicos les interesan principalmente tres de ellas. Otras variantes registradas inicialmente en el Reino Unido y Brasil fueron confirmadas en Estados Unidos. Los investigadores creen que estas variantes se transmiten con mayor facilidad, y se pronosticó que su aparición en Estados Unidos era solo cuestión de tiempo.
Además, los científicos informaron la semana pasada sobre señales preliminares pero preocupantes de que algunas mutaciones recientes podrían afectar la eficacia de las dos vacunas en uso, aunque destacaron que aún así éstas brindan protección contra la enfermedad. Y hay señales de que algunas de las nuevas mutaciones podrían socavar las pruebas diagnósticas del virus y reducir la eficacia de ciertos tratamientos.
Estados Unidos ya ha registrado millones de enfermos y más de 400.000 muertos.
Mientras algunos países europeos realizan pruebas genéticas para detectar estas variantes, Estados Unidos ha realizado muy poco de este trabajo detectivesco. Pero los científicos intentan hacer más y en ese proceso descubren esas variantes aparentemente más contagiosas.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades han reportado al menos 315 casos de la variante descubierta en Gran Bretaña. Esos informes provienen de al menos 28 estados, y las autoridades de salud creen que para marzo se convertiría en la cepa dominante en el país. Se ha reportado esa variante en al menos 70 países.
El primer caso estadounidense de la variante descubierta en Brasil fue anunciado días atrás por las autoridades de salud de Minnesota. La persona había viajado recientemente al país sudamericano. Esa versión ha aparecido en una media docena de países.
La variante descubierta en Sudáfrica fue detectada en octubre. Desde entonces ha aparecido en al menos 30 países.
Algunas pruebas diagnósticas indican que las variantes sudafricana y brasileña serían menos susceptibles a las drogas con anticuerpos o la sangre rica en anticuerpos de sobrevivientes de COVID-19.