En esta fotografía de archivo, una trabajadora de Salud recibe una dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el COVID-19. Foto La Hora/AP/Marco Ugarte.

Por GISELA SALOMON

MIAMI

Agencia AP

La Organización Panamericana de la Salud pidió a los países más ricos del mundo que hagan donaciones para que las naciones con menos recursos puedan tener un acceso equitativo a la vacuna contra COVID-19.

«Estamos en este momento con muchos países que ya empezaron a vacunar y es bueno que empiece, pero si no están todos los países con un acceso equitativo a las vacunas, en verdad no vamos a controlar la transmisión de COVID-19», aseguró el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa. Agregó que sería ideal que todos los países del mundo tuvieran acceso al mismo tiempo para que se logre un acceso equitativo.

Las declaraciones tienen lugar mientras una docena de países de las Américas, entre ellos Estados Unidos, México, Chile, Argentina, Costa Rica, Brasil y Ecuador, avanzan lentamente con las inoculaciones. Las primeras dosis se lograron a través de acuerdos bilaterales de los gobiernos con los fabricantes de vacunas, mientras la OPS termina sus negociaciones con algunos productores para empezar a entregar millones de dosis a partir de marzo.

Hasta ahora la inmunización es muy limitada y sólo llega a cerca del 1% de la población en la mayoría de los países, principalmente el personal de salud y los ancianos.

En las Américas, la región que registra más de la mitad de los muertos y enfermos de todo el mundo, se reportó esta semana lo que la directora de la OPS, Carissa Etienne describió como «otro hito trágico»: más de un millón de muertos por complicaciones del coronavirus.

«Sentiremos los impactos de esta crisis durante años», manifestó Etienne, después de enfatizar la necesidad de redoblar los esfuerzos para reducir la transmisión y los fallecidos.

En la región, más de 44 millones de personas se han infectado, incluyendo más de dos millones la última semana.

Barbossa dijo que aunque la vacunación ha comenzado, la OPS no está satisfecha.

Destacó como positivo el anuncio de Estados Unidos de sumarse al mecanismo COVAX, que busca ofrecer una canasta de vacunas a los países de manera equitativa, para que los que menos acceso tienen puedan también recibirla al mismo tiempo que los ricos, y no mucho tiempo después, como ha sido hasta ahora.

«Hay también un llamado para que los países ricos del mundo puedo hacer más donaciones a COVAX», dijo Barbosa en la conferencia virtual semanal de la OPS desde su sede en Washington. «Pueden incluso, de una manera bastante generosa, utilizar la plataforma de COVAX para donaciones de vacunas para que ya se empiece con una protección de la vacuna de una manera más amplia en la región», explicó.

La organización trabaja con instituciones financieras multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para que ayuden a los países otorgándoles fondos para participar en COVAX o para que puedan comprar las vacunas a través de acuerdos bilaterales con los fabricantes. Ya está en negociaciones con varios fabricantes de vacunas, pero para poder empezar a distribuirlas en los países necesita que estén aprobadas por la Organización Mundial de la Salud. Hasta ahora, sólo la vacuna de Pfizer cuenta con ese aval. Están en proceso de conseguir la aprobación la de Moderna y la de AstraZeneca.

La OPS espera empezar en marzo a entregar unas 165 millones de dosis de manera equitativa en la región. En la segunda mitad del año esperan completar la meta de 2.000 millones de dosis para 2021.

Hay 10 países, entre ellos El Salvador, Honduras y Nicaragua, que la recibirán de manera gratuita. Otros 27 han pagado al mecanismo COVAX para obtener la vacuna.

Por otra parte, la organización dijo que la decisión de Estados Unidos de requerir un test negativo de COVID-19 a quienes entren a su territorio, pondrá presión en los países de la región porque ya tienen limitada capacidad en sus laboratorios y recursos de diagnóstico en momentos que registran aumentos de casos.

«Eso podría obligar a algunos países a redirigir una parte considerable de sus equipos de prueba y de su capacidad de laboratorio a los viajeros internacionales», dijo Ciro Ugarte, director de emergencias de Salud de la OPS.

Expresó que le han pedido a las autoridades estadounidenses que les expliquen el porqué de la medida, y si existe posibilidad de que la reconsideren o reviertan.

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