BEIJING
Agencia AP
China combatía brotes de coronavirus en el frío nordeste del país, que provocaron nuevas cuarentenas y restricciones a los desplazamientos antes del feriado del Año Nuevo Lunar el mes que viene.
El país reportó otros 118 casos el martes, 43 de ellos en la provincia de Jilin. En la provincia de Hebei, vecina a Beijing, hubo otros 35 casos nuevos, mientras que la provincia de Heilongjiang, en la frontera con Rusia, se identificaron 27 contagios nuevos.
Beijing, donde algunos complejos residenciales y poblados de las afueras están en cuarentena, reportó apenas un caso nuevo.
En una cuarta provincia norteña, Liaoning, también se impusieron cuarentenas y restricciones a los viajes para impedir que el virus se expandiera más, dentro de las medidas impuestas en buena parte del país para impedir nuevos brotes durante el feriado de febrero.
Las autoridades pidieron a los ciudadanos que no viajaran, adelantaron una semana el cierre de escuelas y organizaron campañas masivas de pruebas diagnósticas.
La capital de Hebei, Shijiazhuang, está construyendo un complejo de alojamientos prefabricados para que más de 3.000 personas puedan hacer cuarentenas, en un esfuerzo por frenar los contagios.
China ha reportado un total de 88.454 casos y 4.635 muertes desde que el coronavirus se detectó por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019. China no incluye en sus estadísticas a las personas que dan positivo en el virus pero no tienen síntomas.
Un equipo multinacional de investigadores de la Organización Mundial de la Salud está ahora en Wuhan, cumpliendo con dos semanas de cuarentena antes de iniciar sus visitas con la esperanza de obtener pistas sobre el origen de la pandemia que ha matado a más de dos millones de personas.
Por su parte, en India, el desarrollador de vacunas Bharat Biotech advirtió a las personas con un sistema inmunológico débil y otros problemas de salud, como alergias, fiebres o problemas de coagulación, que consulten con un médico antes de recibir la inyección, y si es posible eviten ponérsela.
La vacuna provocó una controversia después de que el gobierno indio autorizase su uso sin datos concretos que mostraran su efectividad para prevenir el COVID-19. Decenas de miles de personas han recibido la vacuna en los últimos tres días después de que India empezara a administrarla a trabajadores sanitarios durante el fin de semana, en lo que probablemente es la campaña de vacunación contra el coronavirus más grande del mundo.
Las vacunaciones comenzaron en un momento de brusco descenso de los contagios en el país.
