POR LISA MASCARO/AP
WASHINGTON
El presidente Donald Trump no está aceptando responsabilidad alguna por haber fomentado el asalto a la sede del Congreso estadounidense la semana pasada.
Trump declaró el martes que las gestiones en el Congreso para someterlo a juicio político por segunda vez están causando «enorme enojo» en la nación pero que él no está a favor de la violencia.
En conversación con reporteros en la Casa Blanca, el mandatario saliente expresó: «Realmente es algo terrible lo que están haciendo», pero añadió: «no queremos violencia, nada de violencia».
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Agregó que el discurso que él pronunció a sus seguidores fue «totalmente apropiado».
Trump habló cuando partía hacia Texas para visitar el muro en la frontera con México. Fueron sus primeras declaraciones a la prensa desde que una turba de partidarios suyos tomó por asalto al Capitolio en Washington después que el mismo Trump pronunció un discurso animándolos a que lo hicieran.
Un policía del Capitolio murió de heridas sufridas donde el episodio, y policías mataron a tiros a una mujer que estaba entre los insurrectos. Otras tres personas fallecieron por lo que las autoridades califican de emergencias médicas.
Minutos antes del asalto al Capitolio, Trump pronunció un discurso a poca distancia, animando a los presentes a ir a los predios del Congreso donde se estaban proclamando oficialmente los resultados de las elecciones de noviembre. Incluso meses atrás Trump había emitido alegatos infundados de que las elecciones eran fraudulentas, pese a la determinación de las autoridades de que fueron justas e imparciales.
Mientras la turba de simpatizantes suyos tomaba por asalto al Capitolio, Trump emitió un video reiterando sus denuncias de fraude y ofreciendo una aparente apología de los alzados: «Los queremos, ustedes son gente muy especial».