Por DEMETRIS NELLAS
ATENAS
Agencia AP
El gobierno griego cedió y autorizó una asistencia reducida hoy a las iglesias para los oficios de Epifanía, luego de una prohibición inicial para contener el contagio del coronavirus.
No todas las iglesias abrieron sus puertas a los feligreses, pero en las que sí lo hicieron se admitió entre 25 y 50 personas en las más grandes. Las de mayor afluencia permitieron el ingreso de pequeños grupos para orar después de los oficios.
Bajo un acuerdo previo entre la Iglesia Ortodoxa y el gobierno, la tradicional bendición de las aguas realizada anualmente el 6 de enero tuvo lugar dentro de las iglesias y no en ríos y el mar como es de costumbre.
La Iglesia Ortodoxa festeja el bautismo de Jesús en la Epifanía.
El Santo Sínodo de la iglesia griega había reaccionado airadamente el lunes contra la prohibición impuesta de manera inconsulta, asegurando que no pensaba acatarla. El gobierno respondió enérgicamente que nadie puede decidir cuáles leyes va a acatar o no.
Durante la Navidad, rigieron las mismas restricciones que el martes. Unos pocos sacerdotes que desacataron las normas de aforo limitado, distanciamiento social y mascarillas obligatorias fueron arrestados, obligados a pagar 1.500 euros (1.840 dólares) de multa y condenados a tres meses de prisión en suspenso, en tanto los feligreses debieron pagar 300 euros (370 dólares) cada uno.
Finalmente, las dos partes parecían querer evitar un conflicto abierto. El primer ministro Kyriakos Mitsotakis y el arzobispo Ieronymos se reunieron el martes durante la juramentación del nuevo gabinete y se dice que discutieron el tema. La policía se hizo presente en las iglesias el miércoles, pero con órdenes de ser discretos y limitarse a hacer «sugerencias».