Por MANUEL RUEDA
BOGOTÁ
Agencia AP
A medida que la temporada navideña se acerca a su final, Colombia registra un marcado aumento de casos de COVID-19 que ha provocado que varias ciudades impongan toques de queda y medidas de confinamiento que no se habían implementado en varios meses.
En la capital Bogotá, el gobierno local impuso medidas de confinamiento en tres distritos que albergan una población de unas 2,5 millones de personas, y ordenó el cierre de todos los negocios, salvo supermercados y farmacias, ubicados en esa parte de la ciudad.
En Medellín, la segunda ciudad más grande del país, las autoridades anunciaron un toque de queda de las 10 de la noche a las 5 de la madrugada todos los días hasta la próxima semana. Los toques de queda durante la noche también se han adoptado en la ciudad de Cali y en algunas localidades a lo largo de la costa colombiana en el Caribe donde miles de turistas siguen de vacaciones.
Las autoridades dijeron que se están implementando las medidas para poner bajo control un creciente número de infecciones y para estabilizar las tasas de hospitalización.
Colombia reportaba alrededor de 8.000 casos nuevos de coronavirus al día para finales de noviembre, pero la propagación del virus parece haber aumentado en diciembre luego de que las personas viajaron por las festividades, se reunieron con sus familiares y, en algunos casos, realizaron reuniones de gran tamaño y fiestas, pese a que el gobierno prohibió ese tipo de actividades.
En los últimos días, la nación sudamericana ha reportado más de 11.000 infecciones diarias, mientras que en algunas ciudades los pabellones de terapia intensiva para atender a pacientes con coronavirus han alcanzado una tasa de ocupación del 90%.
En Bogotá, 23 hospitales, de 60 que hay en la ciudad, reportaron el lunes que sus salas de cuidados intensivos estaban ocupadas en su totalidad. El martes, las autoridades dijeron que estaban implementando medidas de confinamiento en una parte de la ciudad para evitar que los hospitales se desbordaran.
«En los días que vienen van a regresar 1,3 millones de personas» de sus vacaciones, comentó el martes Luis Ernesto Gómez, el alcalde interino de la ciudad. La alcaldesa Claudia López está de vacaciones. «Esto aumenta las interacciones y genera una presión muy importante sobre la carga hospitalaria».
Entre las zonas que han sido colocadas en confinamiento durante dos semanas está el acaudalado distrito de Usaquen, que las autoridades prevén reciba a un gran número de personas que regresan de sus vacaciones. Las autoridades de Bogotá pidieron a los viajeros que lleguen a la ciudad que se aíslen durante una semana y trabajen desde casa.
Pero muchos residentes expresaron su frustración por el regreso de los confinamientos.
«No estoy de acuerdo», dijo Johanna Parra, ama de casa de Suba, uno de los distritos afectados por las medidas. «Igual hay varias localidades abiertas, la gente igual seguirá saliendo».
Colombia ha reportado más de 1,6 millones de casos de coronavirus desde que empezó la pandemia, lo que lo convierte en el segundo país con la mayor cantidad de infecciones de Latinoamérica, sólo detrás de Brasil. Sin embargo, la tasa de mortalidad del virus en Colombia es menor a la de México, Argentina y Perú.
Aún no han empezado las vacunaciones en Colombia, y se tiene previsto que arranquen en febrero.
En un intento por limitar las reuniones sociales y controlar la propagación del virus, algunos gobiernos municipales también prohibieron la venta de alcohol este fin de semana.
«Enfrentar esta segunda ola quiere decir que cada uno tiene que poner su granito de arena», dijo Gómez. «Para que empecemos febrero con planes de vacunación y la reactivación plena de la economía».