Por ANDREW TAYLOR
WASHINGTON
Agencia AP
Los principales negociadores del Capitolio concretaron un acuerdo ayer sobre un paquete de ayuda por casi un billón de dólares para contrarrestar los efectos económicos del COVID-19, finalmente proporcionando asistencia a empresas e individuos y asignando dinero para la distribución de las ansiadas vacunas.
El acuerdo, anunciado por líderes en el Senado, establecería un subsidio temporal adicional por desempleo de 300 dólares semanales y pagos directos de estímulo de 600 dólares a la mayoría de los estadounidenses, al igual que una nueva ronda de subsidios para las empresas duramente afectadas, dinero para las escuelas, para los proveedores de servicios de salud y para inquilinos que enfrentan desahucio.
Se alcanzó tras meses de controversias y simulaciones. La dinámica de las negociaciones dio un giro en favor de los republicanos luego de las elecciones y conforme se acercaba el fin del período de sesiones del Congreso. El presidente electo Joe Biden estaba ansioso de que se concretara un acuerdo para entregar la largamente esperada ayuda a la gente que sufre los estragos del coronavirus y para impulsar la economía, aunque era menos de la mitad de lo que los demócratas querían.
Los líderes de la Cámara de Representantes informaron a los legisladores que someterían la propuesta a votación el lunes, y es probable que el Senado también lo haga ese día. Los legisladores están ansiosos de irse de Washington y concluir sus labores en un año tumultuoso.
«Habrá otro paquete de rescate de gran tamaño para el pueblo estadounidense», dijo el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, al anunciar el acuerdo para un proyecto de ley de ayuda que sumaría casi 900.000 millones de dólares. «Está lleno de políticas específicas para ayudar a los estadounidenses sumidos en problemas que ya han aguardado demasiado».
Una disputa sobre los poderes de emergencia de la Reserva Federal fue resuelta el sábado por la noche por el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y el republicano Pat Toomey. Luego de ese avance se llevó a cabo una última ronda de negociaciones el domingo.
Aun así, las demoras en finalizar el acuerdo obligaron a la Cámara de Representantes a aprobar una propuesta de gastos provisional para evitar un cierre de gobierno a la medianoche. Era muy probable que el Senado también aprobara la medida más tarde el mismo día.
El acuerdo final sería la mayor iniciativa de gastos hasta la fecha. Combina la ayuda por el COVID-19 con un plan de financiamiento por 1.400 billones para todo el gobierno y múltiples medidas adicionales sobre impuestos, la salud, la infraestructura y la educación. El plan de financiamiento mantendría al gobierno operando hasta septiembre.
Mientras tanto, siguen aumentando los casos y fallecimientos por el coronavirus y se acumulan evidencias de que la economía está en apuros. La iniciativa se ha visto demorada por meses de disfunción, simulaciones y mala fe. Pero las negociaciones comenzaron en serio en los últimos días luego que los legisladores de ambos partidos finalmente se toparon con que vencía el plazo para actuar antes de partir de Washington para la Navidad.
La prestación adicional de 300 dólares semanales por desempleo equivale a la mitad de la prestación federal adicional por desocupación proporcionada en marzo bajo la ley CARES y estaría limitada a 11 semanas en lugar de 16. El pago directo de estímulo por 600 dólares a la mayoría de la gente también sería de la mitad de lo que se pagó en marzo, sujeto a los mismos límites por nivel de ingresos en los que el pago individual para un individuo comienza a reducirse progresivamente para las personas que ganan 75.000 dólares anuales o más.
El presidente Donald Trump apoyó las gestiones, sobre todo el proporcionar más pagos directos. «Logren que se haga», tuiteó el sábado.
Luego del anuncio, Schumer y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, informaron detalles adicionales, incluidos 25.000 millones de dólares en subsidios de alquiler, 15.000 millones para teatros y otros recintos de espectáculos en vivo, 82.000 millones para escuelas y universidades, y 10.000 millones para guarderías.