Por JONATHAN LEMIRE
NUEVA YORK
Agencia AP
La presidencia de Donald Trump está concluyendo igual que como empezó, con exageradas loas por parte de su entorno cercano a pesar de la inédita crisis en la que se encuentra el país.
Los halagos esta vez vienen mezclados con cierto sabor a despedida, pues muchos de sus allegados están, finalmente, reconociendo que Trump perdió las elecciones y que el demócrata Joe Biden será el nuevo presidente.
Trump mientras tanto se ha abstenido de hacer apariciones públicas. Sigue denunciando falsamente que hubo fraude electoral y que él fue el que ganó las elecciones de verdad, y escasamente menciona la pandemia del coronavirus.
Esta semana, incluso después de que el Colegio Electoral oficializó el resultado electoral a favor de Biden, Trump siguió sin aparecer en público, pasando el tiempo conversando por teléfono y viendo televisión en la Casa Blanca.
Sus más cercanos allegados están empezando a reconocer que ha llegado el final, aunque lo hacen lanzando flores verbales al mandatario saliente.
Por ejemplo, el secretario de justicia William Barr renunció el lunes, pero lo hizo afirmando en una carta a Trump que «su legado es muy histórico porque lo logró frente a una resistencia implacable». Trump no tardó en tuitear la carta acompañada de frases elogiosas hacia Barr.
El líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell, entretanto, finalmente reconoció que Biden ganó los comicios, pero lo hizo escuetamente admitiendo que «el Colegio Electoral ha hablado» y señalando que «muchos de nosotros esperábamos un resultado distinto para estas elecciones presidenciales». Habló sobre Biden solo un minuto.
En las seis semanas desde que Biden derrotó a Trump, el mandatario saliente se ha desvinculado de su cargo. El virus ha matado a 300.000 estadounidenses y en promedio mata a más de 3.0000 por día, pero Trump escasamente habla del tema.