CARACAS
Agencia AP
A 20 se elevó ayer la cifra de fallecidos en un naufragio ocurrido en la frontera marítima entre Venezuela y Trinidad y Tobago, un incidente que ha desatado acusaciones mutuas entre el gobierno y la oposición.
El fiscal general Tarek William Saab confirmó la cantidad de personas que perecieron en el naufragio ocurrido frente a las costas de la localidad de Güiria, en el estado oriental de Sucre.
Las autoridades habían confirmado hasta el domingo el hallazgo de 14 cuerpos, 11 de los cuales fueron encontrados el sábado por una patrullera de la Guardia Costera de Venezuela.
Otros cadáveres fueron rescatados el domingo en algunas playas de Güiria, unos 600 kilómetros al este de la capital venezolana, indicó el sacerdote Jesús Villarroel, director de una filial oriental de Caritas, la organización de la Iglesia católica que presta atención a sectores pobres y migrantes.
Villarroel dijo el lunes a la radio local Onda que el proceso de identificación de los cuerpos ha sido muy complicado debido a «alto estado de descomposición» y que luego de los estudios forenses fueron enterrados 11 cadáveres en una fosa común en Güiria.
El sacerdote expresó que entre los habitantes de Güiria «hay mucha incertidumbre» debido a que no se tiene certeza de la identidad de los cuerpos encontrados ni a qué embarcación pertenecen, puesto que desde la semana pasada se reportó la desaparición de dos botes, con más 20 personas a bordo cada uno, que salieron rumbo a la isla de Trinidad y Tobago.
El Ministerio de Relaciones Interiores anunció la noche del lunes que las últimas investigaciones revelaron que en el caso se utilizó una «embarcación inadecuada para el traslado de 21 personas», que no cumplió las condiciones de seguridad mínimas.
Por el hecho fue apresado Luis Martínez, identificado como el propietario de la embarcación «Mis Recuerdos» que se presume está implicada en el naufragio, informó Saab en su cuenta de Twitter.
El Ministerio Público solicitó el allanamiento de varias viviendas para detener a otras seis personas implicadas en el caso y se investiga la posible complicidad de algunas autoridades de Sucre. El fiscal denunció que «mafias» que operan en Venezuela y Trinidad y Tobago podrían tener relación con el naufragio.
ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) expresaron el lunes consternación por el incidente e indicaron en un comunicado que se ha incrementado en las últimas semanas el número de venezolanos que están saliendo de la nación suramericana, algunos de ellos por cruces fronterizos irregulares, ante la relajación de las medidas de cuarentena por el nuevo coronavirus.
Eduardo Stein, representante especial conjunto de ACNUR y OIM para Refugiados y Migrantes de Venezuela, indicó que «se necesitan esfuerzos urgentes para evitar que traficantes y redes de trata envíen personas en estos viajes tan peligrosos y para proteger a las personas refugiadas y migrantes de la explotación y el abuso».
Al lamentar el hecho el canciller venezolano Jorge Arreaza afirmó que es necesario profundizar la lucha contra las «mafias de trata de personas» y anunció en su cuenta de la red social que se están adelantando las investigaciones.
El líder opositor Juan Guaidó responsabilizó al gobierno del naufragio y dijo el domingo que los fallecidos fueron «expulsados de su país por una dictadura criminal y murieron ahogados en las costas de Sucre. Hoy todo un país está de luto».
Los comentarios de Guaidó y otros opositores fueron rechazados por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien consideró las críticas como una «miserable manipulación política del extremismo venezolano y sus medios».
Desde hace varios años activistas y opositores vienen denunciando casos de tráfico de personas, trata de jóvenes y niñas, narcotráfico y contrabando de cobre desde Venezuela hacia Trinidad y Tobago que han proliferado en medio de la migración de miles de venezolanos que huyen de la crisis que azota la nación sudamericana. Las organizaciones humanitarias estiman que en Trinidad y Tobago hay más de 40.000 venezolanos que ingresaron de manera ilegal.
Como consecuencia de la crisis en los últimos años han migrado de Venezuela 5,4 millones de personas, que representan más de un tercio de la población de 30 millones de habitantes.
En noviembre Venezuela solicitó una reunión con las autoridades de la isla caribeña para discutir sobre el tráfico de personas a raíz de la expulsión de una veintena de migrantes venezolanos, entre ellos 16 niños, que luego retornaron a Trinidad y Tobago por decisión de un tribunal trinitario.
En 2019 ocurrieron otros dos naufragios en Güiria que dejaron más de 40 desaparecidos y unos 12 sobrevivientes.
Un incidente similar se registró en 2018 cuando naufragó frente a las costas de la isla de Curazao una pequeña embarcación con 30 pasajeros venezolanos, que partió del estado occidental de Falcón. En el hecho murieron cinco ocupantes.