MADRID
Agencia DPA/Europa Press
La ONU confía en que las primeras ayudas puedan entrar en la región etíope de Tigray «a la brevedad posible» gracias al acuerdo suscrito con el Gobierno de Etiopía para garantizar un acceso seguro y sin restricciones para la asistencia humanitaria, si bien aún no es inminente.
«La ONU y las organizaciones humanitarias estamos preparando las misiones, que se llevarán a cabo tan pronto como se resuelvan los detalles operativos, incluidas las condiciones de seguridad», ha explicado a Europa Press el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Saviano Abreu.
En estos momentos, ha precisado, se está procediendo a «finalizar la evaluación de riesgos y establecimiento rutas» pero «lo haremos a la mayor brevedad posible». Una de las cuestiones que preocupan en particular es la seguridad del personal humanitario, después de que en las últimas horas se haya sabido que varios cooperantes han muerto durante el conflicto.
«Tenemos cientos de colegas aún en el terreno y hacemos un llamado urgente a todas las partes para que cumplan con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario y garanticen la seguridad y protección de los trabajadores humanitarios y de todos los civiles en Tigray», ha reclamado Abreu.
El miércoles, la ONU y el Gobierno etíope llegaron a un acuerdo para «garantizar que las organizaciones humanitarias tengan acceso sin obstáculos, sostenido y seguro para el personal y los suministros humanitarios» a Tigray, aunque por ahora solo en las zonas bajo control gubernamental.
En este sentido, el director del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Jan Egeland, ha dado la bienvenida al acuerdo pero ha defendido que «debe significar acceso a todas partes, incluidos los desplazados internos y los refugiados eritreos que viven en campos en Tigray».
Según ACNUR, hay unos 96.000 refugiados eritreos en la región, los cuales ya se habrían quedado sin alimentos esta semana ante la imposibilidad de hacerles llegar suministros debido a la interrupción del transporte a raíz del conflicto que estalló el 4 de noviembre.
«Los convoyes de ayuda están a la espera, preparados para entrar en Tigray y apoyar a las familias que lo necesitan» dado «la grave falta de comida, medicinas y otros bienes» en la región, ha subrayado Egeland. «Estamos preparados para entrar hoy», ha recalcado.
REFUGIADOS EN SUDÁN
El máximo responsable del NRC se encuentra de visita en Sudán, hasta donde han llegado ya más de 45.000 etíopes huyendo del conflicto en Tigray, unos 10.000 de los cuales han sido trasladados ya al campo de Um Rakuba, situado a 70 kilómetros de la frontera, donde la ONG ya está brindando asistencia.
«Sudán ha tenido su propia y compleja crisis humanitaria durante décadas, debido a la sequía las enfermedades y la cada vez peor crisis económica», ha resaltado Egeland.
«El sistema humanitario solo recibió la mitad del dinero que necesitaba para asistir a 6 millones de personas este año y el número de necesitados no deja de aumentar», ha incidido, recordando que hay 3 millones de desplazados.
«Debemos unirnos para apoyar a los civiles en Etiopía y a los refugiados en Sudán ahora, antes de las necesidades se descontrolen», ha reclamado en un comunicado.