1. El presidente Donald Trump camina hacia la Rosaleda de la Casa Blanca, en Washington, Estados Unidos. Foto La Hora/AP/Susan Walsh.

Por ZEKE MILLER

WASHINGTON

Agencia AP

El presidente estadounidense Donald Trump insistió ayer que no desistirá de su lucha para revertir los resultados de las elecciones, pero en el gobierno federal ya iniciaron los preparativos para apoyar al gobierno entrante del presidente electo Joe Biden.

Horas después de que la Administración General de Servicios (GSA por sus siglas en inglés) determinó el lunes por la tarde la victoria de Biden en los comicios del 3 de noviembre, funcionarios federales abrieron las puertas de las agencias a cientos de asesores de la transición en preparación para la toma de posesión prevista para el 20 de enero. Y el martes, Trump autorizó que Biden recibiera el informe presidencial diario, un reporte sumamente confidencial que es elaborado por la comunidad de inteligencia del país para los funcionarios de más alto rango del gobierno.

Un funcionario del gobierno dijo que aún seguían trabajando en torno a la logística sobre cuándo y dónde recibirá Biden su primer informe.

En una entrevista con el programa «Nightly News» de la cadena NBC, Biden dijo que también estaba buscando reunirse con el grupo de trabajo de la Casa Blanca para la respuesta al coronavirus y para las labores de distribución de la vacuna.

«Así que creo que no vamos a estar tan rezagados como pensábamos que podríamos estarlo en el pasado», comentó. «Y hay mucha discusión inmediata, y debo decir que la comunicación ha sido sincera. Hasta ahora no ha habido rencores. Y no espero que haya. Así que sí, ya ha comenzado».

Para el martes por la tarde, el equipo de transición de Biden había estado en contacto con todas las agencias federales sobre los planes para el cambio de gobierno, de acuerdo con un funcionario de transición.

Sin embargo, Trump, que no ha aceptado formalmente su derrota y quizás nunca lo haga, siguió expresando sus dudas sobre la votación, a pesar de que una evaluación de su propio gobierno indicó que los comicios se llevaron a cabo sin ningún fraude, conducta indebida o injerencia.

El presidente no ha tenido mucha actividad pública desde su derrota. Hizo una breve aparición en la sala de prensa el martes para hacer un comentario de un minuto sobre que el promedio industrial Dow Jones está en niveles récord y más tarde otorgó el tradicional indulto al pavo en un evento previo al Día de Acción de Gracias en la Rosaleda de la Casa Blanca. No ha respondido a las preguntas de los periodistas en semanas.

Sin embargo, no se ha contenido en Twitter en lo que respecta a los resultados electorales.

«Recuerden, la GSA ha sido maravillosa y (la administradora) Emily Murphy ha hecho un trabajo increíble, pero la GSA no determina quién será el próximo presidente de Estados Unidos», tuiteó Trump el martes por la mañana. Su equipo legal siguió presentando, en vano, impugnaciones a la votación en varios estados decisivos.

Murphy tomó la determinación sobre la victoria de Biden luego de que Michigan certificó el triunfo del demócrata en el estado el lunes, y un juez federal en Pensilvania desestimó el sábado una demanda de la campaña de Trump que buscaba evitar la certificación en ese estado. Pensilvania certificó sus resultados, y sus 20 votos electorales para Biden, el martes por la mañana, y Nevada y Nuevo México hicieron lo mismo horas después.

Mientras tanto, un número cada vez más grande de republicanos estaban reconociendo la victoria de Biden, tras semanas de tolerar las afirmaciones sin fundamento de Trump sobre que había habido fraude. El presidente republicano estaba cada vez más frustrado por las tácticas poco útiles de su equipo legal.

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