Por ARITZ PARRA
MADRID
Agencia AP
El gobierno de España ha reforzado su respuesta al aumento constante de llegadas de migrantes a las Islas Canarias desde África, incluso una nueva ofensiva diplomática.
Aunque el gobierno se ha visto bajo presiones de las autoridades locales para transferir a un número significativo de los migrantes y solicitantes de asilo a España continental, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska dijo el viernes que el foco central estará en deportar a quienes no son elegibles para estatus de refugiado o para trabajar en Europa.
«Hay que luchar contra la migración irregular y hay que evitar establecer una vía de entrada irregular en Europa», dijo el ministro en Rabat, la capital de Marruecos, tras reunirse con su contraparte marroquí, Abdelouafi Laftit, para analizar formas de cómo acelerar las deportaciones y frenar la salida de embarcaciones hacia las Islas Canarias.
Los marroquíes han sido los más numerosos entre los recién llegados al archipiélago español, cuyas islas más cercanas están 110 kilómetros (70 millas) al oeste de la nación norteafricana.
El viernes, los ministros de Migración y Transporte, José Luis Escrivá y José Luis Ábalos respectivamente, visitaban el archipiélago.
Alrededor de 17.000 personas que huyen de la pobreza, la violencia y otras circunstancias adversas en sus países de origen llegaron a las islas atlánticas este año, la mitad de ellas en los últimos 30 días. El flujo migratorio ha saturado los servicios de rescate, los recursos policiales y de emergencias, por lo que los migrantes y solicitantes de asilo permanecen varados en un puerto durante días y en malas condiciones.
Unos 6.000 migrantes han sido alojados temporalmente en hoteles y departamentos turísticos vacíos por la falta de visitantes derivada de la pandemia del coronavirus. Normalmente, en esta época del año las islas son uno de los destinos vacacionales más populares de Europa.
Luis Escrivá dijo que las autoridades construirán para diciembre una red de campamentos de emergencia para albergar a hasta 7.000 personas en tres de las islas.
Algunas de ellas serán las 5.500 actualmente en hoteles y apartamentos turísticos que estaban vacantes debido a la pandemia de coronavirus. Usualmente, las islas son uno de los destinos turísticos más populares en Europa.
A su vez, Ábalos prometió más recursos para los agobiados servicios de rescate marítimo.
Está previsto que la titular de Exteriores, Arancha González-Laya, se reúna con responsables de las agencias de migración y refugiados de Naciones Unidas en Ginebra antes de viajar a Senegal este fin de semana. La nación del oeste de África se ha convertido en uno de los principales puntos de partida de las expediciones migrantes a pesar de estar a unos 4.000 kilómetros (2.500 millas) de distancia.
España se ha resistido a llamados a transferir a los migrantes al territorio continental, diciendo que eso enviaría el mensaje de que el archipiélago es una escala en la travesía a Europa.
Además, el gobierno enfrenta críticas por no estar mejor preparado para un aumento en el número de migrantes, dado que más de 30.000 llegaron al archipiélago en 2006.
La enviada española a la Organización Internacional de Migración, María Jesus Herrera, que visitó las islas esta semana, dijo: «la situación es crítica. Yo creo que esto ha sido un gran aviso a todas las autoridades de que hay que trabajar con más rapidez y con más coordinación».