Un trabajador de Salud ayuda a un paciente de coronavirus en Kenia. Foto La Hora/AP/Brian Inganga.

Por CARA ANNA
NAIROBI, Kenia
Agencia AP

El continente africano ha sobrepasado los dos millones de casos confirmados de coronavirus, y el principal responsable de salud de la región advirtió el jueves que «nos dirigimos de forma inevitable hacia una segunda oleada» de contagios.

Los Centros africanos de Control y Prevención de Enfermedades alertaron el jueves del hito, señalando que el continente de 54 países también ha registrado más de 48.000 muertes de COVID-19. Sus muertes e infecciones suponen menos del 4% del total del planeta.

La institución advirtió al continente africano, con 1,3 millones de personas, que no caiga en un «hastío de prevención». Los países están suavizando sus restricciones para mitigar el golpe a la economía y los desplazamientos de gente empiezan a crecer.

«No podemos ceder. Si cedemos, entonces todos los sacrificios que hemos hecho en los esfuerzos de los últimos 10 meses se evaporarán», dijo a la prensa el director de los CDC africanos, John Nkengasong. «Muchos países no están aplicando medidas de salud pública, como las mascarillas, que son extremadamente importantes».

Mientras el mundo miraba con esperanza las noticias recientes sobre vacunas prometedoras contra el COVID-19, los gobiernos africanos temían que su continente sufriera cuando los países ricos acaparasen los suministros.

«Celebremos las buenas noticias», dijo Nkengasong, aunque señaló que la vacuna de Pfizer requiere una refrigeración a 70 grados Celsius bajo cero, un requisito que «ya crea un desequilibrio en la distribución justa o el acceso a esas vacunas», ya que los países más ricos estarán mejor equipados para actuar con rapidez.

Hace unos años se estableció en África una cadena de almacenaje a -70 grados Celsius para combatir el devastador brote de ébola, pero se trataba de una actuación localizada, explicó Nkengasong. «Si tuviéramos que desplegarla en todo el continente, sería un enorme desafío escalarla», explicó. «Esperemos que en las próximas semanas, otras vacunas muestren más facilidades de distribución en entornos con recursos limitados como África».

La vacuna de Moderna requiere una refrigeración a -20 grados Celsius, algo que el responsable de los CDC africanos describió como prometedor. Pero el precio será otro factor en la distribución justa de las vacunas, indicó. «De modo que si una vacuna cuesta 40 dólares, se vuelve prácticamente exclusiva para zonas del mundo» que puedan permitírsela.

Sin embargo, ofreció una visión optimista sobre la actitud en África hacia las vacunas. Los primeros datos de un sondeo en 11 países indicaban que el 81% de la gente aceptaría vacunarse. «Eso son noticias muy, muy alentadoras», indicó Nkengasong.

Varios países africanos han confirmado 100.000 casos o más. Sudáfrica tiene la cifra más alta con más de 750.000, mientras que Marruecos ha identificado más de 300.000, Egipto más de 110.000 y Etiopía más de 100.000.

La situación se ha vuelto más preocupante en Kenia, que sufre un repunte de casos. Sólo el sábado murieron cuatro médicos, haciendo que un poderoso sindicato de salud en el país amenazara con una huelga nacional a partir del mes que viene.

Nkengasong señaló que conforme aumenten los desplazamientos, «desde luego, verán al COVID expandirse por zonas más rurales» de Kenia y otros países.

El continente africano ha hecho más de 20 millones de pruebas de coronavirus desde que comenzó la pandemia, aunque el desabastecimiento implica que se desconoce el número real de casos.

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