Por JOE McDONALD
BEIJING
Agencia AP
China felicitó ayer al demócrata Joe Biden por su triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, siendo una de las últimas potencias que lo hace. Se prevé que Biden hará escasas modificaciones a la actual política de Washington hacia China en materia de comercio, tecnología y seguridad.
China, al igual que Rusia, evitó sumarse a la multitud de gobiernos que felicitaron a Biden y su compañera de fórmula Kamala Harris el pasado fin de semana luego de que, según las proyecciones, en los comicios del 3 de noviembre obtuvieron suficientes votos del Colegio Electoral para llegar a la Casa Blanca.
«Respetamos la elección del pueblo estadounidense», dijo el vocero del Ministerio de Exteriores, Wang Wenbin. «Felicitamos al señor Biden y a señora (Kamala) Harris».
Sin ofrecer un motivo para la demora en su reconocimiento, Wang agregó que el gobierno chino espera que «el resultado se confirmará, de acuerdo con las leyes y procedimientos estadounidenses».
Las relaciones entre Washington y Beijing están en su punto más bajo de las últimas décadas en medio de una guerra arancelaria sobre las ambiciones chinas en materia tecnológica y de superávit comercial, acusaciones de espionaje y tensión sobre los derechos humanos, la pandemia de coronavirus, Hong Kong y el control del Mar Meridional de la China.
El presidente Donald Trump también calificó al gigante asiático de amenaza para la seguridad, impuso limitaciones a las exportaciones y sancionó a firmas chinas. El jueves emitió un decreto que prohíbe a los estadounidenses invertir en valores de empresas que según Washington pertenecen a las fuerzas armadas chinas o están bajo su control.
Los analistas prevén que Biden, quien debe asumir el 20 de enero, tratará de reanudar la cooperación con Beijing en los ámbitos de cambio climático, Corea del Norte, Irán y el coronavirus.
Sin embargo, los economistas y analistas políticos prevén que habrá escasos cambios, dadas las quejas contra la trayectoria china en comercio y derechos humanos, así como las acusaciones de espionaje y robo de tecnología.
«Una posición enérgica frente a China goza de la aceptación de todo el espectro político estadounidense», dijo Louis Kuijs, de Oxford Economics. «Los pronunciamientos de Biden y su programa político indican que tratará de conservar la ventaja tecnológica de Estados Unidos y atraer la actividad manufacturera».