Por JIM GOMEZ y AARON FAVILA
MANILA, Filipinas
Agencia AP

Un lodo espeso y escombros cubrían hoy muchos poblados alrededor de la capital filipina después que el tifón “Vamco” mató al menos a 42 personas y causó grandes inundaciones que obligaron a numerosas personas a refugiarse en sus techos, informaron las autoridades.

Soldados, policía, guardacostas y equipos de respuesta a desastres rescataron a decenas de miles de personas, incluidas muchas que recurrieron a la radio, la televisión y las redes sociales para hacer súplicas desesperadas de ayuda.

Aunque las anegaciones ya han descendido en la mayoría de los lugares afectados, el ejército dijo que continuaba rescatando gente en las zonas donde las aguas seguían crecidas.

Vehículos anfibios habitualmente utilizados en operaciones de contrainsurgencia fueron desplegados para las labores de rescate, dijo el jefe del estado mayor de las fuerzas armadas, general Gilbert Gapay, durante una reunión de emergencia con funcionarios de respuesta a desastres.

«Continuaremos buscando a los desaparecidos y ayudando en la evaluación de daños», declaró Gapay.

La policía nacional informó que el número de muertos había aumentado a por lo menos 42, además de 20 personas desaparecidas. La principal agencia del gobierno para manejo de desastres —que espera la recepción de informes provinciales y sigue un laborioso proceso de verificación de víctimas— ofreció un recuento de muertes mucho más bajo, lo que generó confusión.

Entre los muertos había al menos 12 aldeanos, cuyos cadáveres fueron desenterrados posteriormente de entre aludes de lodo y rocas en las provincias norteñas de Cagayán y Nueva Vizcaya, dijo la policía.

Después de chocar con la provincia nororiental de Quezón, “Vamco” ganó fuerza con vientos sostenidos de 155 kilómetros (96 millas) por hora y ráfagas de hasta 255 km/h (158 mph). Pasó la noche del miércoles al norte de Manila metropolitana, derribando árboles y postes de electricidad, hinchando los ríos, inundando comunidades residenciales y provocando aludes de tierra y marejadas de tormenta.

Antes de su llegada, más de 350.000 personas fueron desalojadas de sus casas y llevadas a lugares seguros, principalmente habitantes que huían de zonas bajas y costeras vulnerables.

La Policía Nacional de Filipinas dijo que más de 100.000 personas fueron rescatadas, incluidas 41.000 en la región de la capital.

Al menos 3,8 millones de viviendas se quedaron sin luz en la zona metropolitana de Manila y provincias periféricas, pero las cuadrillas han restaurado la electricidad en muchas zonas y se prevé que será totalmente restablecida en unos tres días.

Las oficinas gubernamentales estaban cerradas el viernes y las clases fueron suspendidas en las escuelas públicas.

“Vamco” azotó Filipinas después que lo hiciera el tifón “Goni”, uno de los más poderosos en el mundo este año, que dejó más de 30 personas muertas o desaparecidas y dañó o destruyó 270.000 viviendas. Decenas de miles de personas siguen estando desplazadas.

Filipinas es azotada cada año por unos 20 tifones y tormentas tropicales y además tiene fallas sísmicas y volcanes activos que la convierten en uno de los países más propensos a desastres en el mundo.

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