Por DÉBORA REY
BUENOS AIRES
Agencia AP

Tras siete meses de cuarentena por la pandemia de coronavirus y con una población cada vez más renuente a cumplir con las restricciones, Buenos Aires y otros distritos de Argentina avanzarán hacia una nueva etapa de convivencia con el virus.

El presidente Alberto Fernández decretó ayer el fin del denominado aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) y avanzó hacia el distanciamiento social preventivo y obligatorio (DISPO) en la capital argentina y los suburbios que la rodean, en los cuales se vienen registrando un descenso de casos.

«En el área metropolitana dese hace varias semanas, alrededor de ocho semanas, viene cediendo la cantidad de casos. Hoy es menos de la mitad que hace ocho semanas. Eso nos hace pensar que tenemos que reorganizar la situación para ver cómo seguimos adelante», dijo el mandatario en un mensaje grabado.

En esta región residen más de 15 millones de personas y es la más poblada del país sudamericano.

El último informe oficial este viernes dio cuenta de 11.100 nuevos casos en todo el país, de los cuales el 33,5% corresponden al área metropolitana de Buenos Aires.

El total de contagiados en Argentina asciende a 1,2 millones mientras los fallecidos son 32.766

El DISPO implica que se podrá circular sin autorización en la capital y sus alrededores, aunque el transporte público seguirá restringido para trabajadores esenciales.

Fernández aclaró que «toda actividad que suponga aglomeración de gente en lugares cerrados seguirá prohibida, como teatros o cines» y pidió especialmente a los adultos mayores redoblar los cuidados.

«Ese distanciamiento no quiere decir que el problema se haya resuelto. Acudo a la responsabilidad colectiva, ciudadana, porque el problema está latente», advirtió Fernández. En tanto, departamentos de las diez provincias más afectadas por COVID-19 continuarán bajo la modalidad de aislamiento obligatorio hasta el 29 de noviembre.

Argentina impuso una estricta cuarentena el 20 de marzo con apenas un puñado de casos confirmados. El gobierno la fue extendiendo con el correr de los meses, aunque con distintas modalidades según el distrito y tasa de contagios.

Si bien las restricciones tuvieron un apoyo del 80% al comienzo, el respaldo social mermó a medida que las secuelas económicas de las restricciones se fueron agravando.

El 57,6% se manifestó en contra de extender la cuarentena sobre un total de 2.500 consultados en todo el país por la consultora Giacobbe & Asociados a fines de octubre. Sólo 31,6% se pronunció a favor de continuar con el aislamiento.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que la economía argentina se contraerá 11,8% en 2020. La pobreza afecta al 40,9% y la desocupación asciende a 13,1%, la más alta de la última década.

«Sumergidos todos en un clima económico, político y social donde las salidas parecen inexistentes o nebulosas, aparece como una situación de claustrofobia», opinó el analista Jorge Daniel Giacobbe. En este contexto, el gobierno de Fernández, que asumió en diciembre de 2019, «exhibe un desgaste similar al de haber gobernado tres años cuando en verdad ese es el tiempo que le queda por delante».

En medio de este contexto desalentador, el presidente peronista busca generar expectativa con el anuncio de un acuerdo con Rusia por la vacuna Sputnik-V, que se encuentra en fase 3 de estudios clínicos pero de la cual ha trascendido poca información.

Fernández confirmó que este viernes mantuvo un diálogo telefónico con su par ruso Vladimir Putin para avanzar en la adquisición de 20 millones de dosis una vez que la vacuna sea probada, lo cual se estima sucedería a fines de diciembre.

El gobernante argentino aclaró que el país sudamericano también busca abastecerse de otras vacunas que sean aprobadas, para lo cual ya cerró acuerdos con los laboratorios Pfizer y AstraZeneca y con otro de origen chino.

«Queremos que los argentinos puedan contar lo más rápido posible y en cantidad suficiente con la vacuna que nos permita terminar con este tiempo de pandemia y recuperar la vida que se ha visto alterada», cerró su mensaje el mandatario.

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