Por MARK SHERMAN
WASHINGTON
Agencia AP
La campaña del presidente Donald Trump interpuso demandas ayer en Pensilvania, Michigan y Georgia, sentando las bases para impugnar los resultados en estos tres estados en momentos en que se rezaga en la lucha con Joe Biden por los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca.
Las nuevas demandas, que se suman a los recursos legales presentados por los republicanos en Pensilvania y Nevada, exigen un mayor acceso para los observadores de campaña a sitios en donde se procesan y computan las boletas, y expresan preocupación en torno a los votos en ausencia, indicó la campaña. Sin embargo, en una de las locaciones en cuestión en Michigan, The Associated Press vio el miércoles a observadores electorales de ambos partidos.
La campaña de Trump también intenta intervenir en un caso de Pensilvania que se encuentra ante la Corte Suprema acerca de si pueden contabilizarse las boletas que se recibieron hasta tres días después de la elección, dijo el subdirector de campaña, Justin Clark.
Las acciones revelan una estrategia legal que el presidente ha insinuado durante varias semanas, en la que atacaría la integridad del proceso electoral en los estados donde el resultado podría significar su derrota.
Su campaña también anunció que solicitaría un recuento en Wisconsin, un estado que la AP declaró como ganado por Biden la tarde del miércoles. El jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, citó «irregularidades en varios condados de Wisconsin» sin dar más detalles.
Biden dijo el miércoles que los conteos deberían continuar en todos los estados, y añadió: «Nadie nos va a quitar nuestra democracia, ni ahora, ni nunca».
El portavoz de la campaña del candidato demócrata, Andrew Bates, señaló que las campañas ganadoras no recurren a impugnaciones legales.
«Lo que hace que estas farsas sean especialmente patéticas es que mientras Trump exige recuentos en los lugares que ya perdió, se enfrasca al mismo tiempo en intentos infructuosos de suspender los conteos de votos en otros estados en los que se encamina a la derrota», dijo Bates en un comunicado.
Funcionarios electorales continuaban con el conteo de votos en todo el país, un proceso normal un día después de los comicios. A diferencia de años previos, los estados han tenido que lidiar con una avalancha de boletas por correo debido al miedo a votar en forma presencial durante la pandemia. Al menos 103 millones de personas votaron de forma anticipada, ya sea por correo o de forma presencial, cifra que equivale al 74% del total de votos emitidos en las elecciones presidenciales de 2016.
En cada elección, los resultados que se reportan por la noche de la jornada electoral son extraoficiales y el cómputo de boletas se prolonga más allá del día de las elecciones. La revisión y conteo de las boletas por correo por lo general toma más tiempo. Este año, debido al enorme número de votos por correo y la apretada contienda, se prevé que los resultados tomen más tiempo.