Por JOSEF FEDERMAN
JERUSALÉN
Agencia (AP)

El mundo entero seguirá de cerca las elecciones en Estados Unidos, pero algunos gobernantes estarán más pendientes que otros.

El futuro de varios líderes mundiales podría depender del resultado de la votación. Más específicamente, de una victoria o derrota de Donald Trump.

Quien más tiene en juego probablemente sea el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que se llevó muy mal con Barack Obama y describió a Trump como «el mejor amigo» que ha tenido Israel en la Casa Blanca.

Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear que Obama negoció con Irán y otras naciones y presentó un plan de paz para el Medio Oriente que beneficia ampliamente a los israelíes. La Casa Blanca medió asimismo en la reanudación de los lazos diplomáticos entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.

La estrecha relación de Netanyahu con Trump —y con el Partido Republicano y su base cristiana evangélica—, no obstante, socavó el tradicional apoyo bipartidista de Washington a Israel y alienó a muchos demócratas y a la comunidad judía de Estados Unidos, mayormente liberal.

«Para Netanyahu, una victoria de (Joe) Biden sería un desastre», expresó Eytan Gilboa, experto en las relaciones entre Israel y Estados Unidos de la Universidad Bar Ilan de Israel. Destacó que Biden ya anunció un cambio de curso en relación con Irán y los palestinos.

Marginados y humillados por Trump, los palestinos no ocultan su deseo de que gane Biden.
Otros líderes que tienen mucho en juego en las elecciones de Estados Unidos:

BORIS JOHNSON (Gran Bretaña)

El estilo bombástico del primer ministro conservador y sus instintos populistas son a menudo comparados con los de Trump y los dos entablaron una buena relación. Trump describió a Johnson como «un gran tipo».

Trump apoyó firmemente la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y dio pie a Johnson para que prometa un rápido acuerdo comercial con Estados Unidos.

Kim Darroch, quien fue embajador británico en Washington hasta el 2019, dijo hace poco que Johnson probablemente será «el mejor amigo de Trump en Europa» si el mandatario estadounidense es reelegido.

Es de notar que hay muchas diferencias entre Londres y Washington en torno a una serie de asuntos internacionales y que una victoria de Biden seguramente generaría una relativa normalidad en las relaciones transatlánticas.

XI JINPING (China)

Un segundo mandato de Trump prolongaría las disputas comerciales, las batallas diplomáticas y las acusaciones casi diarias de Estados Unidos a China en relación con los derechos humanos, el medio ambiente y otros temas.

La actitud de Trump permitió a Xi pintar a Estados Unidos como una democracia que se derrumba y que enfrenta tensiones raciales y una fallida respuesta al coronavirus.

Con Biden en la Casa Blanca, Washington probablemente recomponga las relaciones con sus aliados y con organizaciones internacionales que podrían plantear demandas a China. Pero ofrecería un nivel de predictibilidad y normalidad que atrae a los líderes chinos y reduciría las probabilidades de conflictos grandes.

NARENDRA MODI (India)

El primer ministro derechista y Trump tienen estilos parecidos y les gusta azuzar los sentimientos nacionalistas.

Hay quienes dicen que Trump ha hecho la vista gorda mientras Modi impulsa un nacionalismo hindú a expensas de las minorías indias. Una victoria de Trump despejaría el terreno para que Modi siga promoviendo políticas muy cuestionadas sin ser hostigado por Washington.

Por el contrario, la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, cuya madre es de la India, ha criticado duramente la decisión de la India de revocar la semiautonomía de Cachemira, una región mayormente musulmana; de coartar la libertad religiosa en el país, de violaciones a la libertad de prensa y una nueva ley sobre la ciudadanía que discrimina a los musulmanes.

LOS GOBERNANTES DEL GOLFO PÉRSICO

El rey Salman de Arabia Saudí y el príncipe heredero Mohammed bin Zayed, el gobernante de facto de los Emiratos Árabes Unidos, no se llevaban bien con el gobierno de Obama y vieron con buenos ojos el retiro de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán dispuesto por Trump, así como las sanciones que están diezmando la economía iraní.

Los monarcas de Medio Oriente presumen que Biden retomaría las políticas de Obama, que buscó un acercamiento con Irán y mostró mayor preocupación por los derechos humanos.

EL AYATOLA ALI JAMENEI (Irán)

El líder supremo de Irán fue muy hostigado por Trump.

La gente se volcó a las calles para festejar el acuerdo nuclear del 2015 que alentaba las esperanzas de normalizar las relaciones con Occidente. El retiro unilateral de Trump de ese acuerdo hizo que Irán reanudase sus actividades nucleares. Las tensiones aumentaron e Irán lanzó un misil a fuerzas estadounidenses en Irak después de que un dron de Estados Unidos matase a un alto militar iraní.
Biden dijo que está dispuesto a conversar con Irán si se compromete a acatar los términos del acuerdo nuclear.

RODRIGO DUTERTE (Filipinas)

Visto por algunos como el Trump asiático por su estilo poco ortodoxo y su lenguaje desinhibido, Duterte se lleva bien con Trump y exhortó a la comunidad filipina de Estados Unidos a votar por él.
A diferencia de Obama, Trump no cuestionó abiertamente la violenta represión del tráfico de drogas en las Filipinas bajo el gobierno de Duterte.

Duterte alguna vez dijo que Obama podría «irse al diablo» y es previsible que una victoria de Biden dé lugar a una relación más conflictiva.

NICOLÁS MADURO (Venezuela)

El presidente venezolano no espera cambios, gane quien gane las elecciones.

Acusado de autoritarismo, Maduro enfrenta uno de los colapsos económicos más grandes de la historia, que motivó la partida de unos 5 millones de venezolanos.

Trump impuso severas sanciones económicas y apoya al líder opositor Juan Guaidó. Las autoridades estadounidenses acusaron a Maduro de narcoterrorismo y ofrecen 15 millones de dólares por su detención.

Biden describió a Maduro como un «dictador» y dijo que mantendrá las presiones sobre su gobierno.

JAIR BOLSONARO (Brasil)

Bolsonaro se identifica mucho con Trump y esta semana expresó su deseo de que sea reelegido.
Su hijo Eduardo Bolsonaro, quien es legislador, fue fotografiado con una gorra que decía TRUMP 2020 y en los actos de Bolsonaro hay muchas banderas de Estados Unidos.
El mandatario brasileño se comprometió a reducir las regulaciones para proteger el medio ambiente y a facilitar el desarrollo, sobre todo en la Amazonía. Trump casi no ha hablado de los incendios causados por el hombre en la Amazonía, a diferencia de algunos de sus colegas europeos.
Hay indicios de que Biden se interesaría más en proteger el medio ambiente en Brasil.

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