Muestra de la vacuna de una sola dosis contra el COVID-19 que desarrolló la compañía. Foto La Hora/AP

POR LINDA A. JOHNSON/AP

Johnson & Johnson comenzó este miércoles la etapa final de un enorme estudio para tratar de demostrar si una vacuna de una sola dosis contra el COVID-19 puede proteger del virus.

Será uno de los mayores estudios de vacunas del mundo contra el coronavirus hasta el momento, pues probará la vacuna en 60 mil voluntarios en Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Sudáfrica.

Otras vacunas en Estados Unidos —incluidas las realizadas por Moderna Inc. y Pfizer Inc., y otras en varios países— ya se encuentran en la etapa final de pruebas. Hay muchas esperanzas de que a fines de año haya éxito con al menos una de las candidatas que se están probando en Estados Unidos, tal vez antes.

Los funcionarios de salud estadounidenses insisten en que la búsqueda mundial de una vacuna no está tomando atajos riesgosos.

LEA: Rusia prevé registrar pronto su segunda vacuna contra el COVID-19

«Queremos hacer todo lo que podamos sin sacrificar la seguridad o la eficacia. No vamos a hacer eso, para asegurarnos de terminar con vacunas que salvarán vidas», dijo a los periodistas el doctor Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés).

No obstante, muchos especialistas en vacunas se preguntan si la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) se apegará a ese objetivo bajo la intensa presión del gobierno del presidente Donald Trump, quien busca la reelección en las elecciones de noviembre.

Trump ha presentado constantemente un cronograma más rápido para una nueva vacuna de lo que los expertos dicen que es lo adecuado.

Además, Trump tuiteó una liga a un informe noticioso sobre el estudio de Johnson & Johnson, diciendo que la FDA «debe actuar con rapidez».

Mientras tanto, la prueba de otra vacuna experimental, fabricada por AstraZeneca, permanece detenida temporalmente en Estados Unidos mientras las autoridades examinan cuestiones de seguridad, a pesar de que los estudios con ella ya se reanudaron en otros países.

Días atrás, el vicepresidente Mike Pence instó a los gobernadores estatales a «hacer su parte para fomentar la confianza de la ciudadanía en que será una vacuna segura y eficaz».

Artículo anterior¿Sabe cómo funciona el sistema electoral de EE. UU.? experto lo explica
Artículo siguienteCasos activos de COVID-19 aumentan tras 818 nuevos contagios