CIUDAD DE MÉXICO
Agencia AP

Centenares de tiendas de campaña quedaron instaladas ayer cortando parte de una de las principales avenidas del centro de la Ciudad de México para protestar contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y pedir su renuncia.

Con gritos de «López vete ya» o «No al comunismo» y liderados por un colectivo llamado Frente Nacional Anti-AMLO (las siglas por las que se conoce al mandatario), los manifestantes habían convocado a ocupar el Zócalo de la capital desde el inicio del fin de semana pero ante el bloqueo de las fuerzas policiales, comenzaron a instarse desde el sábado en una de la principales arterias que se dirige al centro histórico, la Avenida Juárez.

El domingo se montaron más carpas mientras algunos de los participantes decían que estaban esperando a más manifestantes que llegarían en caravana procedentes de otros estados del país. Algunos discutían pacíficamente con transeúntes que defendían al presidente.

La protesta, en la que se escuchaba música mexicana y se veían muchas banderas tanto de México como estandartes de la Virgen de Guadalupe o de Cristo Rey, estuvo acompañada por constantes rezos de sus participantes que el domingo a mediodía se hincaron en plena calle para rezar por el fin de lo que consideran un mal gobierno.

A casi dos años de la llegada al poder, López Obrador sigue contando con el apoyo de más de la mitad de mexicanos —según la mayoría de las encuestas publicadas recientemente_, pero la crispación de sus detractores ha crecido al igual que la polarización de la sociedad y la política mientras el país atraviesa por una grave crisis económica agudizada por la pandemia del coronavirus y serios problemas de seguridad.

Sus detractores habían protagonizado antes varias protestas en la capital, algunas de ellas desde sus vehículos. Ahora optaron por utilizar la misma técnica usada por López Obrador cuando denunció fraude en las elecciones de 2006 instalando un plantón en Reforma que paralizó a la capital.

«Ahora que hay un plantón en el centro de la ciudad, cosa que hicimos nosotros durante mucho tiempo, luchando por la justicia y a democracia, ellos deben de saber que tienen todas las garantías para manifestarse, que no van a ser molestados, que se van a poder quedar ahí, en sus casas de campaña, como nosotros los hicimos», sostuvo el mandatario el domingo.

«No somos autoritarios», reiteró. A su juicio, «es interesante que ellos vivan este proceso» que confió en que no sea «efímero».

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