Por ALEXANDRA JAFFE y WILL WEISSERT
KISSIMMEE, Florida, EE. UU.
Agencia AP

Joe Biden hizo ayer su primer viaje a Florida como candidato presidencial demócrata con la misión urgente de granjearse más apoyo entre el electorado latino, el cual podría ser decisivo en los comicios en uno de los estados más disputados del país.

«Más que en cualquier otra época, la comunidad hispana, la comunidad latina tiene en la palma de su mano el destino de este país», afirmó Biden durante un evento para inaugurar el Mes de la Herencia Hispana en Kissimmee. «Ustedes pueden decidir el rumbo de este país».

El también exvicepresidente expresó su respaldo más firme hasta la fecha a la estadidad de Puerto Rico, aunque considera que los habitantes de la isla son los que tienen que tomar la decisión.

Un triunfo de Biden en Florida reduciría drásticamente las posibilidades de Trump de ser reelegido. Pero en un estado donde las elecciones se deciden con frecuencia por diferencia de un punto porcentual, está aumentando la preocupación de que Biden podría estar perdiendo terreno, en especial entre los influyentes electores hispanos.

Un sondeo de NBC-Marist publicado la semana pasada halló que los latinos en el estado están divididos aproximadamente en partes iguales entre Biden y Trump. La demócrata Hillary Clinton iba delante de Trump por un margen de diferencia de 59% frente a 36% entre los hispanos en la misma encuesta en 2016, y Trump ganó Florida por diferencia de más o menos 1 punto porcentual.

Para recuperar el terreno perdido, Biden alegó el martes por la noche que él sería un mejor presidente para los hispanos que Trump, promoviendo su compromiso con una reforma migratoria y un nuevo plan para respaldar la economía de Puerto Rico.

«Donald Trump le ha fallado a la comunidad hispana una y otra vez, y eso no es un secreto», manifestó Biden. «Ya sea con su acto atroz de separar a niños de sus familias en nuestra frontera, o sus repetidos ataques a los Dreamers, o su negligencia frente al pueblo de Puerto Rico tras el huracán María, o en sus repetidos fracasos para asegurarse que los trabajadores esenciales tienen el equipo de protección personal que necesitan».

De todas formas, los votantes hispanos en Florida tienden a inclinarse un poco más hacia los republicanos que los electores latinos en todo el país debido a la población cubano-estadounidense del estado. A nivel nacional, hay pocas encuestas públicas disponibles para medir las opiniones de los votantes hispanos este año y si difieren de hace cuatro años.

Pero los demócratas intentan ir a lo seguro. El multimillonario Mike Bloomberg ha prometido gastar al menos 100 millones de dólares para derrotar a Trump en Florida.

Y al pasar su día en el corredor de la carretera interestatal 4, Biden está dedicando tiempo a una de las regiones más cruciales del estado. Mientras que los republicanos suelen captar gran cantidad de votos en la parte norte y suroccidental del estado y los demócratas son fuertes en las ciudades costeras, las campañas suelen disputarse cada voto en el centro de Florida.

El primer evento de Biden, en Tampa, estuvo enfocado en los veteranos y con el procuró ganar terreno entre los electores de las fuerzas armadas, que respaldaron ampliamente a Trump en 2016 pero que ahora se considera podrían ser convencidos debido a las afirmaciones controversiales que hizo el presidente, según se reportó, en las que se burló de los estadounidenses fallecidos en combate llamándolos «perdedores» y «bobos.» Trump ha negado haber efectuado los comentarios, reportados por primera vez por la revista The Atlantic, que citó a fuentes anónimas, pero posteriormente The Associated Press confirmó muchos de ellos.

La decisión de Biden de celebrar el Mes de la Herencia Hispana en Kissimmee refleja su interés en los puertorriqueños, uno de los grupos con mayor crecimiento demográfico en el centro del estado. Muchos de ellos se mudaron a Florida después de que el huracán María devastó la isla en 2017.

Biden dijo creer que la estadidad «sería la forma más efectiva de asegurar que los residentes de Puerto Rico reciban un trato igualitario». Sin embargo, hizo énfasis en que «el pueblo de Puerto Rico debe decidir, y el gobierno federal de Estados Unidos debe respetar eso y actuar con base en ello».

El también exvicepresidente se había negado anteriormente a dar a conocer su posición sobre el tema. En el último referendo sobre la estadidad, una mayoría abrumadora de puertorriqueños votó a favor de convertirse en un estado.

La campaña anunció un nuevo plan el martes enfocado en fortalecer la economía de Puerto Rico y ayudar a la isla a recuperarse de María. Biden crearía un grupo de trabajo federal dedicado a apoyar a la reconstrucción de ese territorio estadounidense, condonaría los préstamos efectuados a pueblos puertorriqueños para recuperarse del desastre, e invertiría en la infraestructura escolar y eléctrica, y en los servicios de salud, entre otras cosas.

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