JOHANNESBURGO
Agencia AP
La misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas en Sudán del Sur anunció hoy que ha comenzado a retirar sus soldados y policías asignados para la protección de campos de civiles que continúan albergando a más de 180.000 personas dos años después del final de la guerra civil del país.
En una declaración, la misión citó la necesidad de trasladar a las fuerzas de paz a nuevos puntos críticos del país donde cientos de personas han muerto este año por la violencia entre comunidades, en particular en el estado de Jonglei.
Nadie se verá obligado a abandonar los campamentos, dijo la ONU, que agregó que el gobierno de Sudán del Sur asumirá la responsabilidad de la seguridad de los civiles.
Para las decenas de miles que aún se refugian en los abarrotados campos de la ONU, «cualquier amenaza que existía hace unos años ya no existe hoy», dijo a la prensa el representante especial de la ONU, David Shearer.
No está claro cuánto tiempo llevará la retirada. El proceso ha comenzado en los campos de Wau y Bor, precisó la ONU. Los otros campos están en Malakal, Bentiu y la capital, Yuba.
La guerra civil de Sudán del Sur mató a casi 400.000 personas y estalló apenas dos años después de que el país más joven del mundo se independizara de la vecina Sudán. Mientras los civiles desesperados buscaban refugio, la ONU los acogió, en una medida sin precedentes.