LOS ÁNGELES/AP
La policía de Los Ángeles investigaba la muerte de un hombre negro baleado por dos agentes de la policía el lunes por la tarde.
Detectives de la policía acudieron a las 15:16 al bloque 1200 de West 109th Place para investigar el tiroteo, indicó en un comunicado la agente Juanita Navarro-Suarez.
«Durante el contacto, se produjo una pelea entre el sospechoso y los agentes», según indicó la policía en su cuenta de Twitter. El hombre sacó un arma y se produjo un «tiroteo en el que participaron agentes». Las autoridades no explicaron en un primer momento las circunstancias que habían llevado al tiroteo.
Dos agentes de la comisaría de Los Ángeles Sur iban en su auto cuando vieron a un hombre en bicicleta que incumplía las normas de tráfico, según dijo el lunes por la noche el teniente Brandon Dean en declaraciones citadas por el Los Angeles Times. Se desconocía qué norma incumplió supuestamente el hombre, señaló Dean.
Cuando los agentes intentaron darle el alto, el hombre tiró su bicicleta y salió corriendo, perseguido por los policías, dijo Dean. Cuando volvieron a intentar contactar con él, el sospechoso pegó un puñetazo a uno de los agentes en el rostro, según Dean. Entonces dejó caer un hatillo de ropa que llevaba y los agentes dispararon al avistar un arma negra entre la ropa que arrojaba, dijo Dean.
La muerte del hombre, que no fue identificado por el momento, se certificó en el lugar, dijo Navarro-Suarez. El arma del sospechoso fue confiscada, según las autoridades. Ningún agente resultó herido.
Familiares en el lugar identificaron al fallecido como Dijon Kizee, de 29 años, según CBS-Los Angeles.
Horas después de la balacera empezaron a reunirse manifestantes cerca del lugar exigiendo información, según el Los Angeles Times. Más de 100 personas marcharon hasta una comisaría en la Imperial Highway, donde continuaron las protestas.
Algunas personas dijeron que no les parecía que el tiroteo estuviera justificado, mientras que otras corearon «Decid su nombre» y «No hay paz sin justicia», según el diario.
Arlander Givens, de 68 años y residente en el vecindario, cuestionó por qué los agentes dispararon a un hombre que, según la policía, no tenía un arma en la mano.
«Si se agacha a tomarla, eso es diferente», dijo Givens al Times. «Pero si está en el suelo, ¿por qué disparar? Eso significa que estaba desarmado».
La investigación seguía en marcha.