Por LOLITA C. BALDOR
WASHINGTON
Agencia AP
Las fuerzas armadas de Estados Unidos no tendrán papel alguno en la realización del proceso electoral ni en la solución de disputas por la votación, manifestó el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, ante el Congreso en declaraciones difundidas el viernes.
Los comentarios de Milley ponen de relieve el singular ambiente político en Estados Unidos, donde el mandatario Donald Trump ha declarado sin presentar evidencia que el previsto aumento de votos por correo hará a la votación «imprecisa y fraudulenta», y ha dejado entrever que si pierde podría no aceptar los resultados de los comicios.
Las reiteradas quejas de Trump cuestionando la validez de las elecciones han suscitado preocupaciones sin precedente sobre un posible caos en torno a los resultados. Algunos han especulado sobre la posibilidad de que se solicite la intervención de las fuerzas militares, sea por parte del mandatario en su intento para aprovecharlas y aumentar sus posibilidades de reelección o, como el candidato presidencial demócrata Joe Biden ha dejado entrever, para sacar a Trump de la Casa Blanca si rehúsa aceptar la derrota. Las fuerzas armadas han intentado con firmeza sosegar esas especulaciones y resguardan con celo su histórica naturaleza apartidista.
«Creo profundamente en el principio de unas fuerzas armadas apolíticas de Estados Unidos», aseguró Milley en respuestas escritas a diversas preguntas planteadas por dos legisladoras de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
«En caso de una disputa sobre algún aspecto electoral, por ley los tribunales federales y el Congreso federal están obligados a resolver cualquier disputa, no las fuerzas armadas estadounidenses. No anticipo papel alguno de las fuerzas militares de Estados Unidos en este proceso», agregó.
El tono de Milley refleja la posición de larga data de los máximos oficiales militares, que insisten en que las fuerzas armadas de la nación se mantienen al margen de la política y que los soldados prestan juramento de proteger al país y defender la Constitución.
Sin embargo, las dos legisladoras de la Cámara de Representantes, Elissa Slotkin y Mikie Sherril, dijeron el viernes que las recientes declaraciones e intentos de Trump de utilizar a las fuerzas militares para aplacar las protestas han avivado sus preocupaciones. Ambas hicieron públicas las respuestas de Milley.
«Estas son sólo preguntas prudentes que se hacen dadas las cosas que el presidente ha estado diciendo públicamente», dijo Slotkin, quien recordó el uso por parte de Trump de elementos militares para desalojar a manifestantes de la Plaza Lafayette y su insinuación de que podría poner a policías en las urnas para garantizar que la votación se efectúe de manera profesional.
Las respuestas de Milley, dijo Slotkin, «demostraron que el presidente (del Estado Mayor Conjunto) reconoció que el papel de las fuerzas militares en nuestras elecciones es esencialmente mantenerse al margen; que el papel de las fuerzas armadas en la transición pacífica del poder es mantenerse al margen».
Trump dijo el mes pasado que era muy pronto para garantizar que aceptaría los resultados electorales. Va detrás de Biden en las encuestas.
«Tengo que ver. Miren… tengo que ver», declaró Trump en «Fox News Sunday». «No, no voy a decir simplemente que sí. No voy a decir que no». Ante ello, el equipo de campaña de Biden respondió que «el gobierno de Estados Unidos tiene perfectamente la capacidad para sacar a intrusos de la Casa Blanca».