Por YURAS KARMANAU
MINSK, Bielorrusia
Agencia AP
El presidente Alexander Lukashenko fue interrumpido y abucheado ayer por obreros durante su visita a una fábrica mientras se extienden las huelgas en todo Bielorrusia, aumentando la presión sobre el mandatario para que renuncie tras 26 años en el cargo.
En el noveno día consecutivo de protestas multitudinarias contra los resultados oficiales de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, las cuales dicen los manifestantes que estuvieron amañadas, Lukashenko viajó en helicóptero a una fábrica de la capital Minsk para reunir apoyo, pero fue recibido por trabajadores molestos que gritaban: «¡Lárgate!»
«Nunca cederé a la presión», aseveró mandatario aseveró a los trabajadores.
Lukashenko, de 65 años, dijo que el país podría celebrar unos nuevos comicios presidenciales, pero solo después de aprobar una versión modificada de la Constitución en un referendo a nivel nacional, lo que parece un intento para ganar algo de tiempo en medio de la creciente crisis política.
La propuesta no calmó a los miles de manifestantes que volvieron a congregarse en la Plaza de la Independencia de la capital el lunes por la tarde, para continuar presionando para que Lukashenko renuncie.
«No queremos nuevas constituciones o referendos. Queremos la renuncia de Lukashenko», dijo Dmitry Averkin, de 45 años, quien trabaja en la fábrica. «Cuanto más rápido renuncie, más rápido el país volverá a la normalidad».
Lukashenko comentó a los trabajadores de la fábrica que aquellos que pretenden declararse en huelga podrían irse si así lo desean, pero añadió que las protestas están arruinando la economía y dijo que el país colapsaría si abandona el cargo.
«Algunos de ustedes pueden tener la impresión de que ya no existe un gobierno, que se ha derrumbado. El gobierno nunca colapsará, me conocen bien», manifestó Lukashenko.
Mientras hablaba, más de 5.000 trabajadores en huelga de la Planta de Tractores de Minsk marchaban por las calles de la ciudad, uniéndose a un número cada vez mayor de empleados de fábricas controladas por el Estado a lo largo y ancho de la nación de 9,5 millones de habitantes que han realizado paros laborales.
Los mineros de la enorme fábrica de potasa en Soligorsk también dijeron que se unirían a la huelga. La gigantesca fábrica de la empresa Belaruskali, que representa una quinta parte de la producción mundial de fertilizantes potásicos del mundo, es la principal fuente de ingresos del país.
Los trabajadores quieren que Lukashenko ceda el cargo a Sviatlana Tsikhanouskaya, la principal candidata de la oposición en las elecciones.