BOGOTÁ
Agencia AP

Dos hombres de Florida buscados en Estados Unidos por cargos de vender ilegalmente una sustancia química tóxica como cura milagrosa para el nuevo coronavirus y otras enfermedades fueron arrestados por las autoridades colombianas.

La Fiscalía General de Colombia informó que Mark y Joseph Grenon fueron detenidos en la localidad costera de Santa Marta, y que los individuos estaban enviando desde ahí su «solución mineral milagrosa» —que en realidad era dióxido de cloro— a clientes de Estados Unidos, Colombia y África.

Señaló que siete estadounidenses habían fallecido por ingerir la sustancia.

Mark Grenon es el arzobispo de la Iglesia de la Salud y Sanación Génesis II, con sede en Bradenton, Florida, que se centra en el uso de esa sustancia química tóxica como un supuesto sacramento que —afirma— puede curar una gran variedad de padecimientos, desde cáncer hasta autismo y malaria, y ahora el COVID-19.

En abril, una jueza federal de Miami ordenó que la autoproclamada Iglesia dejara de vender la sustancia, pero fue ignorada.

La organización también ha operado en México, Australia y otras naciones. Pese a la oposición de los médicos y expertos de salud, el Congreso de Bolivia legalizó recientemente el uso de la sustancia.

Una denuncia penal federal presentada en julio acusa a Mark Grenon, de 62 años, y a sus hijos, Jonathan, de 34; Jordan, de 26, y Joseph, de 32, de asociación delictuosa para cometer fraude a Estados Unidos, y de asociación delictuosa para violar la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, así como de desacato criminal.

No se pudo contactar el mes pasado a los abogados de ninguno de los Grenon. De ser declarados culpables de todos los cargos, enfrentan una sentencia máxima de entre 14 y más de 17 años en prisión.

De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), la sustancia vendida por los Grenon se convierte en lejía cuando es ingerida, la cual generalmente es utilizada para el tratamiento de textiles, aguas industriales, pulpa y papel.

Las autoridades señalaron que beber esa lejía puede ser letal.

La FDA dijo en un comunicado de prensa emitido en agosto del año pasado que «ingerir estos productos es lo mismo que beber lejía. Los consumidores no deberían utilizar estos productos y los padres no deberían darles estos productos a sus hijos por ninguna razón». La FDA no ha aprobado la solución para ningún uso relacionado con la salud.

La denuncia federal señala que los Grenon habían acordado cumplir la orden de la jueza de distrito estadounidense Kathleen Williams para dejar de vender la solución, y luego cambiaron de parecer en unos podcasts y correos electrónicos que fueron enviados a la jueza.

«No participaremos en ninguna de sus inconstitucionales órdenes, citatorios, etc.», se lee en un correo electrónico enviado por Mark Grenon. «Una y otra vez le he escrito todo eso… no tiene ninguna autoridad sobre nuestra Iglesia».

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