En esta fotografía de archivo, inmigrantes llenan formularios para inscribirse en el programa DACA en Chicago. Foto La Hora/AP/Sitthixay Ditthavong.

Por SOPHIA TAREEN y ELLIOT SPAGAT
CHICAGO
Agencia AP

El gobierno del presidente Donald Trump dijo que rechazará las nuevas solicitudes y recortará los períodos de renovación del programa DACA que protege a los jóvenes de la deportación, tomando una postura desafiante después de que la Corte Suprema de Estados Unidos se opusiera a permitir su eliminación.

La decisión, detallada en un memorando del secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, puso fin a un mes de incertidumbre sobre cómo respondería el gobierno a su derrota en la Corte Suprema en un año electoral en el que el mandatario busca maneras para animar a sus simpatizantes.

Wolf aseguró que el gobierno podría intentar nuevamente poner fin al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) usando el argumento de que es un problema de seguridad pública que podría contribuir a la inmigración ilegal. Señaló que el gobierno necesita más tiempo para considerar los próximos pasos.

«El DACA deja claro que, para ciertas clases numerosas de individuos, el DHS como mínimo tolerará, si no es que autorizará, la violación de las leyes de inmigración que cometen», escribió Wolf en el memo.

Unas 650.000 personas son beneficiarias del DACA, que otorga permisos de trabajo y protege de la deportación a ciertos inmigrantes jóvenes traídos de niños de manera ilegal al país. Unas 66.000 personas cumplen los requisitos de edad para solicitar su inclusión en el DACA, según la organización apartidista Migration Policy Institute.

El gobierno rechazará todas las nuevas solicitudes, reducirá los períodos de renovación de dos a un año, y denegará las peticiones de los beneficiarios del DACA de visitar sus países de origen a menos que existan «circunstancias especiales». Los beneficiarios podrían solicitar permiso de volver a sus países para asistir a eventos familiares, como funerales o bodas, y por otros motivos, aunque el gobierno de Trump los ha denegado en general.

La Corte Suprema falló el mes pasado que Trump no respetó los procedimientos de elaboración de normas cuando intentó eliminar el programa, pero los ministros dejaron abierta la posibilidad de que lo intente de nuevo.

La Casa Blanca está elaborando planes para intentar otra vez poner fin al DACA, aunque se desconoce de momento si Trump adoptará esa medida antes de las elecciones de noviembre. Su contrincante demócrata Joe Biden quiere mantener el DACA sin condiciones.

Un juez federal de Maryland falló la semana pasada que el programa debía ser restituido a su forma original, pero el gobierno se había mantenido en silencio hasta el martes sobre si comenzaría a aceptar nuevas solicitudes. La Casa Blanca prevé que se presenten impugnaciones legales.

El silencio de un mes del gobierno había puesto nerviosos a muchos beneficiarios del DACA y a quienes querían acceder al programa. El juez federal Paul Grimm, de Maryland, nominado por el presidente Barack Obama, ha dado al gobierno hasta el viernes para que actualice el sitio web del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos y comience a explicar adecuadamente por qué son rechazadas las solicitudes.

Los expertos jurídicos eran escépticos de la autoridad del gobierno de Trump para cancelar partes del programa.

«Esta es una decisión que desafía el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos y el fallo de una corte federal», dijo Shoba Sivaprasad Wadhia, profesor de derecho de inmigración en la Escuela de Derecho de la Universidad Estatal de Pensilvania. «Estamos en un escenario de anarquía».

Grupos activistas calificaron la medida como cruel.

La Coalición para los Derechos de los Inmigrantes de Colorado acusó al gobierno de marginar aún más a los inmigrantes. La Coalición de Inmigración de Negocios de Estados Unidos consideró la decisión económicamente dañina. Y la Unión Americana de Libertades Civiles se comprometió a continuar su lucha para impedir la desaparición del programa, como lo ha hecho durante años.

Laura Mendoza, gerente de programa del grupo The Resurrection Project en Chicago, se integró al DACA en 2013 y tendrá que renovar el próximo año. Señaló que muchos podrían tener dificultades para cubrir el pago de 495 dólares por la renovación anual.

«Es exasperante que continuemos siendo blanco de abusos del gobierno», dijo Mendoza en referencia a los beneficiarios del DACA. «El gobierno está desmantelando el programa lentamente».

Wolf reconoció que la tarifa de renovación de 495 dólares será una carga para los beneficiarios del DACA que tendrían que solicitarla anualmente en lugar de cada dos años, lo que en la práctica duplica su costo. Señaló que el departamento podría considerar una rebaja a ese pago.

Trump ha intentado infructuosamente trabajar con el Congreso sobre una reforma de inmigración más amplia que adosaría al DACA medidas policiales más rigurosas. El presidente ha dicho últimamente que podría anunciar nuevas medidas radicales relacionadas con la inmigración, compromiso que reiteró el martes.

«Vamos a trabajar con muchas personas sobre el DACA», declaró Trump a la prensa. «Y también estamos trabajando en una iniciativa de inmigración, un sistema basado en el mérito, que es lo que he deseado desde hace mucho tiempo».

Trump afirmó que él hará «felices» a los beneficiarios del DACA sin decir de qué manera.

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