Una mujer con una mascarilla para protegerse del coronavirus camina junto a una tienda de modas cerrada, en el centro de la Ciudad de México. Foto La Hora/AP/Fernando Llano.

CIUDAD DE MÉXICO
Agencia AP

Después de una semana en la que se batieron varios récords diarios en el número de contagios de coronavirus, el Gobierno Federal de México instó a rectificar las medidas de reapertura de actividades porque se han presentado repuntes preocupantes.

En claro contraste con el tono mostrado en días previos, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, vocero del Gobierno para la epidemia, lanzó un mensaje que deja entrever preocupación en las autoridades: hay que «recapacitar y cambiar el rumbo» porque no ha habido un desconfinamiento ordenado y lento, que hubiera sido el adecuado, y en algunos estados ocurrieron bruscos aumentos en las infecciones.

Entre otros, el funcionario mencionó el estado suroriental de Quintana Roo, donde está la ciudad de Cancún, y donde se empezó a reactivar la actividad turística. Ahí el incremento de los casos de COVID-19 en un 29% muestra la «urgente necesidad de tomar acciones para controlar ese rebrote», manifestó.

Pero además de lanzar una señal de alarma, López-Gatell dijo que no se podía culpar de los repuntes a un solo nivel de Gobierno y adjudicó parte de la responsabilidad a autoridades locales y estatales, algunas de las cuales, indicó, no estaban presentando al gobierno federal datos consistentes.

Debido a ello, señaló, el viernes no era posible presentar el mapa del país con los distintos colores que muestran los diferentes niveles de alerta.

México llegó en la jornada a los 289.174 casos confirmados, con al menos 34.191 muertes, aunque las propias autoridades reconocen que los números reales son mayores.

López-Gatell dijo que se ha distorsionado el discurso, por ejemplo, al criticar que no se hacen suficientes pruebas, y responsabilizó a las autoridades estatales de los rezagos y de que las personas que aguardan resultados ya superen las 80.000.

«Tenemos la mitad de la realidad porque no se terminan de hacer las pruebas», no se reportan sus resultados o no se hacen a las personas adecuadas, declaró.

En este terreno, anunció la puesta en marcha de un nuevo programa para hacer pruebas en grupo _a cinco personas a la vez— para detectar y controlar brotes comunitarios. Si el resultado del grupo sale negativo se evita la necesidad de hacer cuatro tests más.

El gobierno de la Ciudad de México había anunciado horas antes medidas para un mayor control de casos y para apoyar a las familias con algún contagiado con el fin de que todos sus integrantes se queden en casa.

El cambio de tono en el discurso del subsecretario coincide con el mensaje lanzado también el viernes por la Organización Panamericana de la Salud, en el que su representante en México, Cristian Morales, calificó de «extremadamente compleja» la situación que vive el país.

Morales dio tres razones para ello: que siguen aumentando los casos y las muertes por COVID-19; el impacto económico y social que está teniendo la pandemia; y la «confusión» que algunas medidas y mensajes oficiales estaban generando en la población.

Recordó también que, como aún se desconoce el rumbo que tomará la epidemia, el mensaje obligado es de incrementar la precaución.

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