LONDRES
Agencia AP
El brote de coronavirus ha empeorado la crisis de hambruna en los sitios más pobres del mundo y hasta 12.000 personas podrían morir cada día por el hambre vinculada a los efectos sociales y económicos de la pandemia, advirtió el jueves el grupo de ayuda humanitaria Oxfam.
En un informe, el organismo señaló que el desempleo masivo, las interrupciones a la producción de alimentos y la disminución en la ayuda debido a la pandemia podrían dejar a unos 122 millones de personas al borde de la inanición este año.
«Los efectos indirectos del COVID-19 son mucho más generalizados que el propio virus, orillando a millones de las personas más pobres del mundo a caer aún más en el hambre y la pobreza», dijo el director general del grupo, Danny Sriskandarajah. «Es fundamental que los gobiernos contengan la propagación de esta enfermedad letal, pero también deben evitar que mate de hambre a un número igual de personas, si no es que a más».
La organización de beneficencia indicó que en algunos de los sitios de mayor hambre en el mundo, incluyendo Yemen, Afganistán, Siria y Sudán del Sur, la crisis alimentaria está empeorando debido a los cierres fronterizos y de rutas de suministro o por una enorme caída en las remesas a consecuencia de la pandemia. En países de ingresos medios como India, Sudáfrica y Brasil, millones de personas que habían estado «apenas sobreviviendo se han hundido completamente».
Incluso en países desarrollados como Gran Bretaña, se afirma en el informe, hasta 3,7 millones de adultos solicitaron alimentos de organismos de caridad o recurrieron a un banco de alimentos durante las primeras semanas de los confinamientos.
Oxfam mencionó que el Programa Mundial de Alimentos calculó que el número de personas que experimentan hambre a nivel de crisis aumentará a 270 millones antes de que concluya el año, un aumento de los 149 millones que la padecieron en 2019.
Dijo que las mujeres, y los hogares encabezados por mujeres, tienen más probabilidades de padecer hambre debido a que forman una amplia parte de los grupos más afectados, tales como los trabajadores informales, y también han llevado la carga de un incremento en el trabajo de cuidado no remunerado como resultado de los cierres de escuelas y enfermedades familiares.