Por DAVID RISING y PAUL J. WEBER
BERLÍN
Agencia (AP)

La canciller de Alemania, Angela Merkel, advirtió hoy que la pandemia está lejos de terminar, mientras los brotes regionales aumentan el temor a una segunda ola de contagios. Dos de los estados más grandes de Estados Unidos dieron marcha atrás y reinstauraron algunas restricciones contra el coronavirus ante el repunte de las infecciones.

India reportó más de 18.000 nuevos casos, superando la barrera del medio millón de contagiados, la cuarta marca más alta del mundo por detrás de Estados Unidos, Brasil y Rusia. Además, Egipto y Gran Bretaña dijeron que aliviarán las medidas contra el virus y China y Corea del Sur siguen combatiendo brotes más pequeños en sus capitales.

En su podcast en video semanal, Merkel dijo que volver a encauzar la economía europea será su objetivo principal cuando Alemania asuma la presidencia rotativa de la Unión Europea la próxima semana, pero destacó que todo el mundo comparte la «responsabilidad conjunta» de cumplir las normas de distanciamiento social, llevar mascarilla y mantener la higiene a medida que se suavizan los confinamientos.

Las autoridades alemanas renovaron la cuarentena en una región del oeste con cerca de 500.000 habitantes la semana pasada luego de que 1.300 trabajadores de un matadero dieron positivo por COVID-19, la enfermedad causada por el virus, en un intento por evitar su propagación.

Alemania ha registrado cerca de 195.000 contagios de coronavirus y 9.000 fallecidos, con más de 177.000 recuperados, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins.

«El riesgo que supone el virus sigue siendo elevado», afirmó Merkel. «Es fácil olvidarlo porque Alemania ha llevado la crisis muy bien hasta el momento, pero esto no significa que estemos protegidos, que el riesgo se haya evitado: ese no es el caso, como demostraron esos brotes regionales».

Los aficionados de Schalke tenían previsto manifestarse más tarde en el día en el estadio del equipo contra su presidente, Clemens Toennies, propietario de una empresa dueña del matadero donde comenzó el brote. Las condiciones laborales y de vida de los migrantes que trabajan en la planta quedaron bajo el foco tras el brote.

En Estados Unidos, el número de contagios diarios alcanzó el viernes un nuevo máximo histórico con 45.300, eclipsando el récord de 40.000 fijado en la víspera, según la Johns Hopkins. Los nuevos casos han subido de media un 60% en las dos últimas semanas, de acuerdo con un análisis de The Associated Press.

Aunque el incremento refleja en parte el aumento de las pruebas de detección, los expertos dicen que hay amplios indicios de un rebrote, incluyendo el aumento de decesos y hospitalizaciones en partes del país con porcentajes más elevados de positivos.

Alrededor de 600 personas mueren cada día por coronavirus en Estados Unidos, lejos del pico de cerca de 2.200 de mediados de abril. Algunos expertos dudan de que se vuelva a alcanzar esa tasa de mortalidad por los avances en el tratamiento y la prevención y porque los adultos jóvenes tienen más posibilidades de sobrevivir que los ancianos.

El virus ha causado más de 125.000 decesos y cerca de 2,5 millones de contagios confirmados en todo el país, según el conteo de Johns Hopkins. Pero las autoridades sanitarias creen que la cifra real de infecciones es 10 veces mayor. En todo el mundo, la pandemia se ha cobrado cerca de medio millón de vidas con casi 10 millones de casos.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó el cierre de todos los bares y Florida prohibió la venta de alcohol en estos establecimientos. Se suman a un pequeño pero creciente número de regiones que o bien dieron marcha atrás o están aplazando sus planes de reactivación económica por el regreso del virus, principalmente en el sur y el oeste del país.

Expertos en salud dijeron que detectaron un preocupante número de casos entre los jóvenes que vuelven a salir, a menudo sin llevar mascarilla ni respetar las normas de distanciamiento social.

Wall Street registró fuertes caídas por el incremento de los contagios. El promedio industrial Dow Jones perdió 730 puntos, o casi el 3%.

La ciudad india de Gauhati, la capital de Assam, permanecerá aislada por dos semanas a partir de la medianoche del domingo, con toques de queda nocturnos y en fines de semana en el resto del estado. India registró 18.552 nuevos casos en las últimas 24 horas, elevando el total nacional a 508.953, con 15.685 fallecidos.

China reportó un repunte en los contagios un día después de que las autoridades dijeron que esperaban que un brote en Beijing quedase controlado en el futuro próximo. La Comisión Nacional de Salud reportó 17 nuevas infecciones en la capital, el peor dato en una semana, entre los 21 registrados en todo el país.

Corea del Sur, donde un rebrote que comenzó el mes pasado amenaza con anular los éxitos previos, confirmó 51 nuevos casos, de los cuales 35 estaban en la zona metropolitana de Seúl. Las autoridades, preocupadas por la frágil situación económica, se han resistido a los llamados para reimponer las restricciones que se suavizaron en abril.

Los cafés de El Cairo recibieron a sus primeros clientes el sábado coincidiendo con la reapertura, tres meses después, de cafeterías, clubes, gimnasios y teatros en Egipto. Con mascarilla, los fieles entraron a las mezquitas para las primeras oraciones de la mañana, aunque ni mezquitas ni iglesias pueden celebrar todavía sus principales servicios semanales.

Se espera que Gran Bretaña elimine el requisito de guardar una cuarentena de 14 días para quienes regresan del extranjero en un intento por facilitar los viajes en las vacaciones de verano. Solo los que vayan a zonas «rojas», lugares con un alto nivel de cosos de COVID-19, tendrán que pasar el aislamiento. La lista completa de países, se publicará la próxima semana, excluirá a España, Grecia y Francia.

Australia se preparaba para recibir más casos importados de ciudadanos que regresan a casa. Está previsto que unas 300 personas lleguen este fin de semana desde Mumbai, en India, y otros de Sudamérica e Indonesia. Un funcionario estatal dijo que su región contempla que entre el 5 y el 10% de los retornados estén infectados, en base a las llegadas desde Indonesia a otros estados.

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