MADRID
Agencia DPA/Europa Press

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha acusado a diputados de «planificar la muerte de los salvadoreños» por negarse a declarar la emergencia nacional por la pandemia de coronavirus, en el marco del pulso entre el Ejecutivo y el Legislativo.

El Gobierno y la Asamblea negocian la declaración de la emergencia nacional para que el Ejecutivo pueda disponer de los recursos suficientes y hacer las gestiones necesarias para combatir la COVID-19 sin los controles habituales.

El izquierdista FMLN, la conservadora ARENA y los democristianos del PDC, todos ellos partidos opositores que suman mayoría en el Congreso, se resisten a aprobarla por miedo a un desfalco del Gobierno, al que piden que rinda cuentas.

Además, el mandatario salvadoreño ha reprochado a la oposición que tampoco le ha dado vía libre con el fondo de emergencia de 3.000 millones de dólares que el Gobierno pretende usar para la pandemia.

«Ahora esperamos una depresión tropical con potencial para generar inundaciones, así que este Gobierno tendrá que luchar contra la pandemia y contra este fenómeno sin fondos porque los diputados no han ratificado un solo centavo», dijo Bukele el miércoles durante un encuentro con líderes sindicales.

«Para mí, esto es un asesinato en grado de tentativa, porque los diputados están planificando la muerte de miles de salvadoreños. Esta emergencia comenzó hace tres meses y no nos han dado un centavo para proteger al pueblo», afirmó.

A ello añadió la supuesta premura del Parlamento para reabrir el transporte público. «Algunos diputados estaban queriendo discutir hoy que reabramos el transporte público, cuando es el lugar con mayor potencial de contagio después de los hospitales. Esto solo demuestra sus verdaderos intereses», enfatizó.

Asimismo, restó importancia a la preocupación de los legisladores por las posibles irregularidades en la gestión del Gobierno si declaran la emergencia nacional, aseverando que «la mayoría de los diputados son unos delincuentes». «Y no lo digo yo, lo que le están haciendo en este momento al pueblo salvadoreño es delincuencia», sentenció.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, el Gobierno y la Asamblea se han enfrentado por las medidas a tomar. El Congreso ha intentado amortiguar en todo momento unas directrices gubernamentales que considera excesivas y que, según sostiene, rayan con el abuso de poder.

El Salvador, con 2.194 casos confirmados y 39 muertes, es uno de los países menos afectados en la región y en el mundo por el coronavirus, pese a lo cual Bukele ha adoptado medidas drásticas de confinamiento.

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