Por ROBERT BURNS
WASHINGTON
Agencia AP

Vuelan a velocidades de 1,6 kilómetros (una milla) por segundo o mayores y maniobran en formas que les hacen sumamente difíciles de detectar y destruir en vuelo.

El presidente estadounidense Donald Trump los llama «super-duper» misiles, aunque son conocidos como armas hipersónicas. Y están en el centro de las preocupaciones de la administración Trump sobre Rusia y China.

Durante décadas, Estados Unidos ha buscado maneras de perfeccionar el vuelo ultra rápido. Pero lo ha hecho irregularmente. Ahora, con Rusia y China en ventaja en esas aspiraciones, la administración está dedicando miles de millones de dólares a esas armas.

El Pentágono no deja dudas sobre su propósito.

«Nuestro objetivo es, simplemente, dominar los campos de batalla futuros», dijo Mark Lewis, director de estudios y modernización de defensa, en declaraciones a reporteros en marzo.

Los críticos argumentan que las armas hipersónicas añadirían poco a la capacidad de Estados Unidos de desalentar guerras. Algunos piensan que pudieran desatar una nueva y desestabilizadora carrera armamentista.

Seguidamente, una mirada a las armas hipersónicas:

¿QUÉ TIENEN DE ESPECIAL?
Dos cosas hacen esas armas especiales: velocidad y maniobrabilidad. La velocidad crea sorpresa y la maniobrabilidad crea evasión. Juntas, esas dos cualidades pudieran significar problemas para las defensas antimisiles.

De acuerdo con la definición generalmente aceptada, un arma hipersónica es aquella que vuela a velocidades superiores a Mach 5 — cinco veces la velocidad del sonido. La mayoría de los misiles estadounidenses, como aquellos lanzados desde aeronaves, se desplazan entre Mach 1 y Mach 5.

Trump ocasionalmente menciona su interés en armas hipersónicas, sin usar ese nombre. En febrero, les dijo a gobernadores que visitaban la Casa Blanca: «Tenemos los misiles súper rápidos — un número tremendo de los súper rápidos. Los llamamos ‘superrápidos’, porque son cuatro, cinco, seis e incuso siete veces más rápidos que los misiles ordinarios. Los necesitamos porque Rusia tiene algunos».

¿PERO SON REALMENTE NECESARIAS?
Como sucede con otras armas estratégicas, como las armas nucleares y las flotillas navales, por ejemplo, las armas hipersónicas son consideradas esenciales por la administración Trump si los rivales principales las tienen.

Pero los críticos ven las armas hipersónicas como una exageración y potencialmente una extensión de la carrera armamentista que llevó a una acumulación excesiva de armamento nuclear por Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría.

Existen además preocupaciones de que esas tecnologías se diseminen más allá de Estados Unidos, Rusia y China.

«Su proliferación más allá de esas tres naciones pudiera resultar en potencias menores colocando sus fuerzas estratégicas en estados de preparación sumamente volátiles y pudiendo más convincentemente amenazar a las potencias mayores», dijo la RAND Corp., una organización de estudios financiada por el gobierno federal, en un reporte en el 2017.

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