MADRID
Agencia DPA/Europa Press
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado una nueva «hoja de ruta» para contener la pandemia de coronavirus que contempla una última «cuarentena estricta» de 15 días, como paso previo a la «reapertura económica» que comenzaría el 6 de junio y en la que el Gobierno espera contar con el apoyo de los empresarios.
Poco después de que el Supremo salvadoreño anulase la prórroga de 30 días del estado de emergencia decretada por Bukele, y en pleno pulso con la Asamblea Legislativa por el control de las medidas en plena pandemia, el mandatario ha retado a los poderes Judicial y Legislativo a aceptar un nuevo plan.
El primer paso sería una ampliación de la cuarentena para que cubriese 15 días más a contar desde este viernes. «Tendría que ser aprobada por la Asamblea», ha reconocido Bukele, quien ha afirmado que sería una «cuarentena estricta», en la que se vigilaría más el cumplimiento «para bajar la curva de contagio».
El país centroamericano, que tiene registrados hasta ahora más de 1.400 casos de coronavirus y una treintena de muertos, iniciaría la «reapertura gradual de la economía» el 6 de junio, «priorizando la salud de los salvadoreños» y previo acuerdo con los grandes empresarios, tal y como ha explicado Bukele en una comparecencia pública.
El presidente precisamente se reunió el lunes con algunos de estos grandes empresarios, con los que quiere tender puentes frente a los diputados y los jueces, que según Bukele «quieren gobernar a punta de decreto y a punta de sentencia, quitándole al Ejecutivo todas las facultades para combatir la pandemia».
VETO A LA ASAMBLEA
Bukele ha considerado que el veto judicial a su estado de emergencia viola la Constitución y «carece de sentido común», mientras que ha acusado a la Asamblea de intentar buscar «un decreto de apertura económica disfrazado de emergencia nacional». Este texto «será vetado», ha apostillado.
«Los únicos que estamos demostrando que estamos respetando la Constitución de la República somos nosotros», ha dicho Bukele, quien a lo largo de estos últimos meses a acusado a sus rivales políticos de entorpecer la labor del Gobierno y poner en peligro la salud pública por intereses partidistas.
El mandatario ha asegurado que carece de fondos suficientes para combatir la pandemia y ya ha dejado claro que quitará el salario a todo funcionario que no esté implicado directamente en la lucha contra la COVID-19, la enfermedad derivada del nuevo coronavirus.
«Haremos lo imposible, no pagando salarios de diputados y de funcionarios del sistema judicial, para pagarle a los empleados públicos», ha advertido Bukele en su discurso.