Por WILL WEISSERT y KEVIN FREKING
WASHINGTON
Agencia AP
El presidente Donald Trump ofreció un tono optimista sobre la lucha contra el coronavirus horas después de que dos asesores de su gobierno vaticinaran que los próximos días estarán entre los más sombríos en la historia estadounidense.
El domingo, el director de salud pública advirtió que el país se encuentra en una encrucijada comparable al ataque de Pearl Harbor o a los atentados terroristas del 11 de septiembre, y el máximo experto en enfermedades infecciosas mencionó la posibilidad de que el coronavirus jamás sea totalmente erradicado.
Pero horas después, Trump y su vicepresidente Mike Pence intentaron darle un giro más optimista a la situación, sugiriendo que las difíciles semanas que se avecinan son preámbulo de una recuperación.
«Estamos empezando a ver la luz al final del túnel», expresó el mandatario el domingo a la noche en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Añadió Pence: «Estamos empezando a ver un incipiente avance».
Trump además insistió en que ambas estimaciones de la situación _ambas provenientes de su equipo de gobierno y hechas a 12 horas una de otra_ no reflejan un vuelco y «ni siquiera son tan diferentes».
«Creo que todos sabemos que para llegar a cierto punto _y ese punto será terrible en cuanto a muertes_ pero es también un punto en que las cosas van a empezar a cambiar», declaró Trump.
«Estamos muy cerca de ese nivel ahorita mismo», añadió.
Trump enfatizó que las próximas dos semanas «serán sumamente difíciles. Al mismo tiempo, entendemos lo que representan y que ese momento representa y, ojalá, podremos acabar con esto».
Aun así, incluso las declaraciones de Trump en cierto momento asumieron un tono sombrío. El mandatario ofreció lo que son hasta ahora sus expresiones más extensas a las familias de las personas fallecidas a causa del virus, exhortando a toda la población a rezar por ellos y «pedirle a Dios que les dé consuelo en su hora de duelo».
«Con la fe de nuestras familias y el espíritu de nuestro pueblo y la gracia de Dios soportaremos esto», expresó Trump.
«Superaremos esto», añadió.
Horas antes el domingo, el director de salud pública Jerome Adams dijo en CNN: «Esta será la semana más dura, la semana más triste, en la vida de la mayoría de los estadounidenses».
Agregó: «Este será nuestro Pearl Harbor, nuestro 11 de septiembre, pero no quedará limitado a una sola región, ocurrirá en todo el país, y quiero que toda la nación lo entienda».
Según datos de la Universidad Johns Hopkins, hasta el lunes había unas 1,29 millones de personas infectadas en todo el mundo y casi 71.000 muertos. En Estados Unidos iban más de 337.000 infectados y unos 9.600 decesos.