MADRID
Agencia DPA/Europa Press
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido a los países del G20 un «plan coordinado» para frenar la pandemia del nuevo coronavirus, al tiempo que ha avisado de que el crecimiento exponencial de los positivos es «solo la punta del iceberg».
Guterres se ha referido a la situación derivada de la crisis del COVID-19 como una guerra y ha zanjado que «no la estamos ganando». «Esta guerra necesita un plan de guerra para combatirla», ha asegurado.
Para el secretario general de la ONU, el plan ha de componerse de tres áreas de acción «básicas» que requieren «una acción concertada de los miembros del G20». Son la supresión de la transmisión del COVID-19 «lo más rápido posible», trabajar «conjuntamente» para minimizar el impacto social y económico de la enfermedad y cooperar para sentar las bases de una recuperación que construya una economía «más sostenible e inclusiva».
En cuanto a la interrupción de la transmisión, Guterres ha recordado que tiene que llevarse a cabo bajo la guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Todos los países deben poder combinar pruebas sistemáticas, rastreo, cuarentena y tratamiento con restricciones de movimiento y contacto, con el fin de suprimir la transmisión del virus», ha indicado. «Y tienen que coordinar la estrategia de salida para mantenerlo suprimido hasta que la vacuna esté disponible», ha agregado.
CRISIS HUMANA, NO CRISIS BANCARIA
En referencia al impacto social y económico del COVID-19, ha especificado que «los desafíos» que se presentan «son mucho más grandes que los de 2008. Y a lo que nos enfrentamos hoy no es una crisis bancaria, es una crisis humana», ha aseverado.
En este contexto, al tiempo que ha resaltado la necesidad de preocuparse por las personas, sus hogares y dotar de capacidad económica a las empresas para que puedan mantener los puestos de trabajo, ha aplaudido las medidas tomadas por los países desarrollados a este respecto, como las inyecciones de liquidez.
Asimismo, ha destacado que un programa de estímulo para ayudar a los países en desarrollo con los mismos objetivos exige una inversión «gigante».
«Para ello, necesitamos más recursos para el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones financieras internacionales, una emisión significativa de Derechos Especiales de Giro, intercambios coordinados entre los bancos centrales y medidas para aliviar la deuda, como la renuncia al pago de intereses», ha considerado.
También ha pedido el levantamiento de las sanciones contra ciertos países porque pueden «perjudicar» su capacidad de respuesta a la crisis del COVID-19.
REUNIÓN DEL G20
Los líderes de los países del G20 han mantenido una reunión extraordinaria por teleconferencia para abordar la crisis provocada por el COVID-19, donde se han comprometido a «hacer todo lo necesario» y hacer uso de todos los medios a su alcance para minimizar el impacto social y económico de la pandemia.
Así, han indicado que están inyectando en la economía «más de cinco billones de dólares (4.5 billones de euros)» a través de medidas fiscales y de garantías económicas. También ha solicitado a los ministros de Finanzas y a los gobernadores de los bancos centrales de los países del G20 que coordinen un plan de acción en respuesta al COVID-19.