Por BERNARD CONDON, DAVID RISING y NICOLE WINFIELD
NUEVA YORK
Agencia AP
En Gran Bretaña, el primer ministro Boris Johnson dio positivo por COVID-19. La residencia oficial del funcionario británico, en el número 10 de Downing Street, dijo que Johnson había exhibido síntomas leves de la enfermedad. Entretanto, España registró el viernes una cifra récord de muertes diarias por coronavirus, 769, pero un funcionario dijo que empiezan a disminuir las nuevas infecciones.
Varias semanas atrás, Johnson, de 55 años, había prometido que «seguiría estrechándole la mano a todos». Johnson se convirtió así en el primer líder de una nación importante que se sabe que contrajo COVID-19. La canciller alemana Angela Merkel fue colocada en cuarentena desde que su médico dio positivo por el virus, pero sus dos primeras pruebas han sido negativas. A principios de esta semana, el príncipe Carlos de Gran Bretaña dijo que había dado positivo.
En Estados Unidos, los contagios aumentaron hasta llegar a la cima de la lista mundial y se multiplicaron las advertencias de que la pandemia se acelera en Nueva York, Chicago, Detroit y otras grandes ciudades.
La Cámara de Representantes se aprestaba a aprobar el viernes un paquete de rescate y estímulo por la cifra récord de 2.2 billones de dólares destinado a ayudar a los millones de nuevos desempleados y las empresas en problemas.
La situación se agravó en países con sistemas de salud pública frágiles. Rusia, Indonesia y Sudáfrica superaron la marca de 1,000 infecciones, y este último país inició una cuarentena de tres semanas. India inició una campaña masiva para alimentar a los jornaleros que quedaron sin trabajo debido a la cuarentena.
En Francia, una estudiante de 16 años fue la persona más joven del país que haya muerto por el virus. Su hermana Manon dijo a la prensa que Julie fue hospitalizada el lunes con una «tos leve» y murió al día siguiente en el hospital pediátrico Necker de París. «Debemos dejar de creer que esto solo afecta a los ancianos», dijo Manon, quien no reveló su apellido. «Nadie es invencible contra este virus mutante». Francia ha reportado más de 1,600 muertes y 29,000 infecciones.
Estados Unidos tiene casi 86,000 casos confirmados e Italia estaba a punto de superar las 81,782 infecciones de China. Los tres países abarcan el 46% de las más de 543,000 infecciones en el mundo y más de la mitad de las muertes por el virus.
Sin embargo, los analistas advirtieron que las cifras podrían ser inferiores a las reales por distintas razones en cada país.
«Las cifras chinas no son de fiar porque el gobierno miente», dijo el politólogo estadounidense Ian Bremmer, del instituto de investigaciones Eurasia Group. «Las cifras estadounidenses no son de fiar porque el gobierno no puede producir suficientes pruebas», agregó.
Epidemiólogos italianos advierten que las cifras del país probablemente son muy superiores a lo que se ha informado, aunque después de dos semanas de cuarentena, el aumento diario aparentemente empieza a frenarse, al menos en el norte.
«Es una sensación horrible no poder respirar», dijo Fausto Russo, un entrenador de fitness de 38 años y uno de los 10,000 italianos curados. «Es como hundir la cabeza bajo el agua».
En todo el mundo aumentaba la furia de los trabajadores de la salud ante la falta de equipo protector.
«Nuestra sala de emergencias era un caldo de cultivo», dijo Benny Mathew, enfermero en el Centro Médico Montefiore de Nueva York que se enteró el jueves de que tiene COVID-19 y teme infectar a su esposa e hijas.
«Estoy furioso. Podríamos haber conseguido equipo protector suficiente hace meses. Ya estaba ocurriendo en China en diciembre», dijo. «Pero pensábamos que no sucedería aquí».
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.
La cifra mundial de muertes superaba el viernes las 24,800, según la Universidad Johns Hopkins, que recopila la información de fuentes oficiales. Más de 127,000 personas se han recuperado, la mitad de ellas en China.