Por RAHIM FAIEZ and KATHY GANNON
KABUL
Agencia AP
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, llegó hoy a Kabul en una visita urgente para intentar seguir adelante con un acuerdo de paz firmado el mes pasado por Estados Unidos con el Talibán. Pompeo hizo el viaje pese a la pandemia de coronavirus, que ha llevado a otros mandatarios y funcionarios a reducir sus viajes oficiales.
Desde la firma del acuerdo, el proceso de paz se ha paralizado por las disputas políticas en Afganistán, donde los dos principales líderes se disputan la presidencia.
El presidente, Ashraf Ghani, y su principal rival en las elecciones presidenciales del pasado septiembre, Abdullah Abdullah, se han declarado vencedores de los comicios y celebraron sendas investiduras este mes.
Pompeo programó reuniones por separado con Ghani y Abdullah antes de un encuentro con los dos líderes. Su horario también incluía una reunión personal de Ghani y Abdullah, quizá para abordar un posible acuerdo de compromiso.
Estados Unidos aporta miles de millones de dólares cada año al presupuesto de Afganistán, lo que incluye a las fuerzas defensivas del país. Afganistán apenas recauda un cuarto del dinero necesario para dirigir el país, lo que le da a Pompeo una influyente posición para obligar a los dos líderes a desbloquear la situación.
La crisis ha dejado en espera el inicio de las conversaciones intraafganas con los talibanes. Esas conversaciones se consideran cruciales para la próxima fase del acuerdo de paz, negociado para permitir que Estados Unidos pueda retirar a sus tropas y dar una oportunidad de paz a los afganos.
«Estamos en una crisis», dijo un funcionario del Departamento de Estado a los periodistas que acompañaban a Pompeo. «El temor es que a menos que se resuelva pronto esa crisis, eso podría afectar al proceso de paz, que era una oportunidad para este país que sobresalía en sus 40 años de guerra. Y nuestro acuerdo con los talibanes podría verse amenazado».
El funcionario informó a la prensa bajo condición de anonimato para abordar las preocupaciones de Estados Unidos.
Estados Unidos y la OTAN ya han empezado a retirar algunas tropas de Afganistán. La retirada estadounidense no está asociada al éxito de las negociaciones intraafganas, sino a las promesas del Talibán de impedir que grupos armados como la milicia extremista Estado Islámico se asienten en el país.