Por MIKE CORDER
UTRECHT, Holanda
Agencia AP
El hombre que mató a cuatro personas en un tranvía el año pasado en Utrecht se montó serenamente al vagón y disparó a quemarropa gritando «¡Dios es grande!» en árabe, relataron testigos hoy al comienzo del juicio.
Cuatro personas murieron y tres resultaron heridas en esa matanza que conmocionó a Holanda, un país exento de la violencia terrorista que ha afligido a otros países europeos como Bélgica y Francia.
El acusado, Gokmen Tanis, apareció en el tribunal con sus manos esposadas y permaneció flanqueado por los guardias en el salón atiborrado de familiares de las víctimas. El juez Ruud van Veldhuisen leyó las declaraciones de testigos ofrecidas a la policía tras el incidente ocurrido el 18 de marzo del año pasado.
Tanis, de 38 años, no ofreció declaraciones en su comparecencia hoy por la mañana. Sonrió al entrar al tribunal y miró a la distancia cuando el juez le preguntó si había bostezado porque estaba nervioso. Luego se negó a responder a repetidas preguntas del juez.
«¿No se atreve o no quiere responder las preguntas», dijo Van Veldhuisen.
El magistrado le preguntó a Tanis si su acción fue en respuesta a la masacre de Christchurch, en Nueva Zelanda, pocos días antes de la matanza en el tranvía, en que un hombre armado mató a 51 personas en dos mezquitas. Tanis no ofreció respuesta. El juez informó que un sobrino le había enviado a Tanis videos de la masacre de Christchurch.
Más tarde, fue sacado de la sala y llevado a un salón aparte debido a que le escupió a su abogado de oficio.
Thea Terpstra, cuyo hermano Rinke pereció en la masacre, presenció la audiencia desde la galería pública, a pocos metros del sospechoso.
«Quiero que lo condenen a cadena perpetua. Lo ideal hubiera sido una doble cadena perpetua pero eso no existe aquí», declaró Terpstra frente al tribunal.
Añadió que no le molesta el hecho de que Tanis no pronunció palabra.
«No creo que él tenga nada interesante que decir», afirmó. «No me importa cuáles fueron sus motivos. He perdido a mi hermano y no hay nada que lo hará volver».
En el tribunal se proyectó un video animado de la matanza, hecho en base a imágenes de cámaras de vigilancia dentro del tranvía. Muestran al atacante con su pistola, equipada con un silenciador, caminando por el tranvía y disparándole a los pasajeros desde cerca luego que el arma inicialmente se trabó.
En el tranvía había 17 personas, entre ellas una pareja joven con su bebé en un cochecito, cuando estalló la balacera.