BUENOS AIRES
Agencia AP
Una multitud de ciudadanos consternados por el violento asesinato de un joven de 18 años en una golpiza propinada por pares se movilizó frente al Congreso para exigir justicia y medidas urgentes contra el flagelo de la violencia en Argentina.
La movilización, que tuvo réplicas en varios puntos del país, fue convocada por los padres de Fernando Báez Sosa justo al cumplirse un mes de su muerte en la ciudad balnearia de Villa Gesell, unos 370 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde había viajado para pasar las vacaciones de verano junto a sus amigos.
«¡Fernando somos todos, Fernando somos todos!», «¡Se siente, se siente Fernando está presente!», gritaban los asistentes, que en su gran mayoría portaban hojas impresas y carteles con la fotografía de la víctima.
La justicia argentina imputó por el crimen a diez jóvenes de entre 18 y 20 años oriundos de Zárate, provincia de Buenos Aires. La mayoría jugaban rugby en el club Náutico Arsenal. Ocho de los acusados están detenidos como «coautores» del homicidio con alevosía y otros dos están libres pero señalados como «participes necesarios».
Este caso conmocionó a una opinión pública ya sensibilizada por este flagelo a partir de la difusión de numerosos videos de la golpiza contra Báez Sosa filmados por testigos y cámaras de seguridad y que sirvieron de prueba fundamental para arrestar a los autores.
Argentina registró una tasa de 5.3 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018, la última cifra oficial reportada por el sistema nacional de información criminal (SNIC). Si bien no es de las más altas de la región, en el último tiempo se han vuelto frecuentes los hechos de violencia en el país.
Según el escrito de la fiscal del caso, la tragedia se desató dentro de la discoteca cuando la víctima, junto a sus amigos, habrían empujado a otro grupo de jóvenes durante un recital. Personal de seguridad echó a la mayoría del lugar. Una vez afuera, Báez Sosa y sus amigos dieron por terminado el pleito. No así el otro grupo, que los atacó por sorpresa.
La víctima murió como consecuencia de golpes en la cabeza y el cuerpo.
«Es terrible, no le dieron oportunidad de defenderse, lo mataron a traición», dijo con la voz entrecortada Graciela Sosa, la madre de la víctima. «Quiero justicia por mi hijo, que paguen lo que le hicieron».