MADRID
Agencia DPA/Europa Press
Brasil ha condenado los «actos de intimidación y violencia» del Gobierno de Nicolás Maduro contra el autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, y su entorno, tras la detención del tío del líder opositor, Juan José Márquez, reclamando el rechazo unánime de la comunidad internacional a esta «brutalidad».
«Brasil repudia los actos de intimidación y violencia perpetrados por el régimen de Nicolás Maduro en el aeropuerto de Caracas y expresa su preocupación por la detención de un familiar del Presidente» encargado, ha dicho el Ministerio de Exteriores brasileño en Twitter.
El Palacio de Itamaraty ha considerado que, ante estos hechos, «toda la comunidad internacional debe oponerse a las arbitrariedades y la brutalidad del régimen ilegítimo de Maduro».
Guaidó ha lanzado una «alerta internacional» por la «detención arbitraria» de su tío con la que busca conseguir un aumento de la «presión» contra Maduro, al que acusa de intentar mantenerse en el poder «a todo costo».
Márquez fue detenido el martes a su llegada al aeropuerto internacional de Maiquetía, Caracas, en un vuelo de la aerolínea portuguesa TAP procedente de Lisboa acompañando a su sobrino a su regreso a Venezuela tras una extensa gira internacional.
Según el ‘número dos’ del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, fue detenido por llevar un chaleco antibalas y linternas que contendrían explosivo C4, «un material muy peligroso».
Después de 24 horas sin que nadie supiera su paradero, Márquez fue presentado ante un juez que ordenó su ingreso en prisión preventiva. Actualmente, se encuentra en las instalaciones de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en Caracas.
El ministro de Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, ha considerado que las acusaciones vertidas por el Gobierno de Maduro contra Márquez «no tienen ningún sentido», apuntando que su detención no es más que una «manera de intimidar» a Guaidó.
«Todo esto es una siembra para acusar a Márquez de tráfico de armas y promoción del terrorismo» y «atentar contra los familiares de sus enemigos a los fines de quebrar su voluntad, ha coincidido Julio Borges, el ‘ministro’ de Exteriores de Guaidó.