MADRID
Agencia DPA/Europa Press
Ingrid Escamilla, de 25 años, se ha convertido en la última víctima del feminicidio en México. Aunque no es un caso aislado, la brutalidad con la que actuó su asesino confeso, su pareja, de entre 40 y 50 años, que la desolló y la mutiló, y que después se difundieran por redes sociales imágenes del cadáver y un video con el testimonio del hombre, han generado una gran indignación social.
El crimen se cometió el pasado domingo en la vivienda que compartía la pareja en la localidad de Gustavo Madero, en Ciudad de México. La voz de alarma la dio la exmujer de Erick Francisco “N”, Ivonne Barragán, a quien éste llamó por teléfono esa misma mañana para confesar lo que acababa de hacer. Ella llamó inmediatamente a la Policía, que se trasladó a la casa.
Al llegar, los agentes encontraron a Erick Francisco “N” de rodillas en el suelo de la cocina con un cuchillo en la mano junto al cadáver de Escamilla y un gran charco de sangre. No tuvo problemas en confesar lo que había hecho. Discutieron porque ella le recriminó que bebía demasiado. Según él, fue ella quien le amenazó con matarle con un cuchillo.
Sin embargo, fue él quien acabó apuñalándola varias veces en el cuello. Una vez muerta, la quitó partes de piel y algunos órganos. Tiró unos restos mortales al inodoro y otros a una alcantarilla cercana. Interrogado sobre por qué le había hecho eso, dijo que era por «vergüenza» y por «miedo», para deshacerse del cadáver.
Todo esto ocurrió cuando el hijo de Escamilla, un joven autista de unos 15 años estaba en la casa. La exmujer de Erick Francisco “N” fue quien se hizo cargo del menor en un primer momento, según informa el diario mexicano “Milenio”.
Poco después del crimen, empezaron a circular por redes sociales fotografías del cadáver de Escamilla hechas por los agentes que atendieron ‘in situ’ el caso y un vídeo grabado por Erick Francisco “N” en el auto patrulla y con la cara tapada en el que cuenta lo sucedido y por el que se conoce su versión.
«El cuerpo violentado de Ingrid Escamilla fue expuesto en los medios y en las redes sociales. El sexismo la revictimizó y justificó al agresor», ha denunciado en Twitter la ONG Memoria y Tolerancia, reclamando justicia y un «actuar ético de los medios y la sociedad».
En la misma línea se ha expresado Amnistía Internacional, recordando que «es feminicidio cuando, entre otros factores, hay un trato degradante al cuerpo de la víctima». «Nos solidarizamos con la familia y condenamos las divulgación indebida de las imágenes», ha dicho en Twitter.
La jefa del Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha calificado de «indignante» el asesinato de Escamilla, al tiempo que ha recalcado su compromiso de «trabajar todos los días por erradicar la violencia hacia las mujeres»: «El feminicidio es un crimen absolutamente condenable».
RESPUESTA JUDICIAL
La Fiscalía de Ciudad de México ya está investigando a seis agentes por usar «indebidamente» las fotografías hechas en el lugar del crimen y el vídeo del interrogatorio al asesino confeso, tras lo cual podrían enfrentarse a sanciones administrativas, conforme explicó la subprocuradora de Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad, Nelly Montealegre.
«Los que interactuaron en el lugar de los hechos son de dos corporaciones: tanto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana como de la Fiscalía del Área de Servicios Periciales y de los primeros respondientes. Son los que estarán sujetos a investigación. En principio son seis», dijo una rueda de prensa.
El Ministerio ha indicado que va a presentar «todos los datos de prueba necesarios» para que Erick Francisco ‘N’ ingrese en prisión preventiva y sea condenado a la pena máxima. «La Fiscalía va a presentar todos los indicios con los que se cuenta para que se sancionen esos hechos que nos indignan a todos como sociedad», aseveró Montealegre.
EL FEMINICIDIO, A DEBATE
El asesinato de Escamilla se ha producido en medio de la polémica generada por la propuesta del fiscal general, Alejandro Gertz, de eliminar el tipo penal de feminicidio, dejándolo solo como un homicidio agravado por razón de género, por considerar que la actual redacción dificulta su prueba.
La propuesta de Gertz generó tal rechazo que días después el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aclaró en su rueda de prensa en Los Pinos que no se llevaría a cabo. «En el caso de quitar causales para feminicidios dijimos: No, no se mueve», declaró.
Lorena Villavicencio y María del Carmen Bautista, diputadas federales del partido de López Obrador, MORENA, han exigido una «investigación a fondo» del asesinato de Escamilla, lamentando que «vuelve a colocar de nueva cuenta un flagelo que coloca a las mujeres en una condición de absoluta inseguridad».
«Aprovechemos este tema y otros temas que ocurren todos los días para hacer una valoración de nuestro sistema de justicia para que garantice las investigaciones correspondientes con perspectiva de género y con respeto a los Derechos Humanos», ha reclamado Villavicencio.
México es uno de los países con mayor número de feminicidios. El caso de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, se hizo tristemente conocido por los numerosos asesinatos y desapariciones de mujeres, entre ellas menores.
Según un reciente informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en 2019 se registraron un total de 976 denuncias por feminicidio, lo que supone un incremento del 137 por ciento respecto a 2015. Más de 3.800 mujeres fueron asesinadas el año pasado, un diez por ciento más que en 2018.